El canciller de Surinam, Albert Ramdin, fue elegido por aclamación como nuevo secretario general de la OEA, en un contexto regional marcado por tensiones relacionadas con la inmigración ilegal, las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua, la influencia de China, y el aumento de aranceles estadounidenses a las exportaciones de México y Canadá.

Ramdin obtuvo el respaldo del Caribe, especialmente de la Comunidad del Caribe (CARICOM), y de América Latina, con el apoyo tácito de Estados Unidos. Su candidatura se vio favorecida tras la retirada de Rubén Ramírez, de Paraguay. La votación fue aprobada por la Asamblea de la OEA, y Ramdin asumió el cargo a las 11:20 a.m. (hora del Este).

Este es el primer liderazgo de la OEA designado por los países caribeños, lo que generó celebraciones entre los embajadores del CARICOM. Sin embargo, la elección no estuvo exenta de tensiones diplomáticas. Paraguay, que inicialmente apoyaba a Ramírez, mostró su desacuerdo con la elección de Ramdin, tras el apoyo de Brasil a la candidatura surinamesa.

Con un panorama geopolítico complejo, Ramdin tendrá el desafío de equilibrar los intereses de los países del Caribe, los gobiernos de izquierda en América Latina, y las relaciones con Estados Unidos.