La noche del sábado 8 de marzo, un violento ataque armado en el Hospital General Docente Ambato (HGDA) sembró el pánico entre pacientes y personal médico. Un grupo de aproximadamente diez hombres armados irrumpió en la casa de salud con el objetivo de liberar a César Efraín C.E., presunto miembro del grupo delictivo organizado (GDO) Los Lobos.

El asalto ocurrió alrededor de las 20:25. Los delincuentes, armados con pistolas y fusiles de calibre 2.23 de fabricación estadounidense, golpearon a médicos y guardias de seguridad, despojándolos de sus chalecos antibalas y radios de comunicación. Luego, ingresaron a la habitación donde estaba hospitalizado César Efraín C.E., quien había sido operado tras recibir un disparo en un enfrentamiento con la Policía un día antes.

Para liberarlo, los atacantes lo colocaron en una silla de ruedas y dispararon contra sus esposas para romperlas. En medio del tiroteo, una menor de 15 años, que habría participado en la incursión armada, recibió un disparo en el tórax y fue hallada sin vida cerca del hospital, en la zona de El Socavón. Junto a su cuerpo se encontró un fusil, presuntamente utilizado en el asalto.

Horas después, tras una intensa búsqueda, la Policía y las Fuerzas Armadas localizaron a César Efraín C.E. en una vivienda cerca del río Ambato. Además, en el interior del río fue hallado otro cuerpo sin vida, sin signos de violencia, pero con tatuajes que lo vincularían a la banda delictiva.

Operativo y medidas de seguridad

Las autoridades continúan con los operativos para capturar a los responsables, ya que aún faltan al menos dos personas por localizar. Desde el ingreso de César Efraín C.E. al hospital, se había activado el Código Plata, con un patrullero en el exterior y dos policías de custodia. Sin embargo, ante la irrupción de los delincuentes con armas de alto calibre, los uniformados evitaron responder de inmediato para no poner en riesgo a los presentes y solicitaron refuerzos.

La gobernadora de Tungurahua, Daniela Llerena, informó que se han reforzado las medidas de seguridad en el hospital para garantizar la continuidad de la atención médica. Además, se brinda apoyo psicológico al personal y pacientes que vivieron momentos de terror durante el ataque.

Las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y detener a todos los involucrados en esta violenta incursión.