A veces sentimos que nadie apuesta por nuestra ciudad, pero olvidamos mirar el esfuerzo de la empresa privada. Día a día se inauguran nuevas cafeterías, restaurantes y espacios de entretenimiento, demostrando que hay quienes siguen creyendo en Quito.

Un ejemplo clave es AGREPI, el gremio de restaurantes de la ciudad, que cumple un rol fundamental al generar conversaciones con las autoridades sobre necesidades que no solo afectan al sector privado, sino también al bienestar de la ciudad en general.

Para que los negocios prosperen, es imprescindible garantizar aspectos básicos como la movilidad y la seguridad. Hoy en día, muchas actividades de recreación se ven limitadas por la falta de seguridad, lo que desincentiva la vida urbana y afecta a toda la economía local.

Sin embargo, la seguridad no es responsabilidad de un solo nivel de gobierno. Es crucial que las autoridades locales y el gobierno central trabajen de manera coordinada para devolverle a Quito la paz que ha perdido.

Admiro profundamente a quienes siguen apostando por esta ciudad, no solo por su riqueza patrimonial, sino porque sienten una conexión genuina con sus calles, su cielo y su historia. Si queremos recuperar nuestro país, debemos empezar por rescatar nuestras ciudades.

Admiro la gastronomía de Guayaquil, la belleza y el esmero con que se cuida Cuenca, y me llena de orgullo haber nacido y vivir en Quito. Pero da la impresión de que las autoridades no comparten ese mismo afecto por las ciudades que administran. En lugar de potenciar los esfuerzos del sector privado, muchas veces parecen remar en sentido contrario.

Gobernar con éxito no significa solamente tomar decisiones desde la administración pública, sino también trabajar en conjunto con quienes hacemos ciudad. Pero para que esa colaboración sea posible, primero debemos sentirnos escuchados y atendidos en nuestras necesidades más urgentes.

Necesitamos un buen sistema de transporte público y que sin temor se ejerza el control que de acuerdo a sus competencias les ha sido otorgado, de esta forma también se coadyuba a la seguridad; la ejecución del presupuesto en la mejora y arreglo de nuestras vías también es fundamental, sé que se inauguran kilómetros de vías en la ciudad porque eso es innegable, pero mientras las arterias principales continúen mostrando fallas esa es la única cara visible de nuestra alcaldía.