El estrecho resultado entre Daniel Noboa y Luisa González en la primera vuelta no tiene precedentes en más de 40 años de democracia en Ecuador. Con una diferencia mínima entre ambos, la pequeña cantidad de votos sobrantes será clave para definir al próximo presidente, según analistas.
Aunque la polarización entre correísmo y anticorreísmo sigue marcando el debate electoral, los expertos advierten que el resultado dependerá más de los errores y aciertos del gobierno de turno que del discurso ideológico.
Los desafíos de Noboa y González
Para el analista Paolo Moncagatta, Daniel Noboa debe dejar atrás la estrategia de perfil bajo que le funcionó en 2023 y proyectarse como un verdadero estadista.
“Noboa tiene que dejar de ser un muñeco de cartón. En 2023, esa imagen le funcionó, pero ahora la gente necesita verlo como un político real, cercano y comprometido con las urgencias del país”, señaló Moncagatta.
Además, enfatizó que el presidente enfrenta una carrera contrarreloj, pues solo tiene 56 días para convencer a los indecisos con medidas concretas.
Por su parte, la estratega política Carolina Jaramillo cree que el mayor obstáculo de Luisa González es su cercanía con Rafael Correa.
“No nos olvidemos de que la candidata es Luisa González, pero es evidente que Rafael Correa sigue siendo su mayor talón de Aquiles”, comentó. “Si Correa comete otro error, como su pelea con Leonidas Iza, la campaña de González podría tambalearse”.
¿A dónde irán los votos de Iza y González Nader?
Los votos de Leonidas Iza y Andrea González Nader, que suman un 8% del electorado (aproximadamente 800.000 votos), son determinantes en el balotaje.
El analista Juan Manuel Fuertes sostiene que el voto indígena no está garantizado para Luisa González, pese a su intento de acercamiento con Pachakutik.
“Seamos sinceros: Rafael Correa y Leonidas Iza son ‘bodies’, pero eso no significa que los votos indígenas vayan automáticamente para Luisa. En 2021, muchos votaron nulo o por Lasso”, explicó.
En el caso de Andrea González Nader, Moncagatta cree que su electorado tampoco se inclinaría por Noboa.
“Ese 2,6% votó por Andrea González en rechazo a Noboa. Es un voto ‘antinoboísta’ y, en segunda vuelta, es probable que prefieran anular su voto”, afirmó.
¿Polarización o propuestas concretas?
Los expertos coinciden en que la polarización entre correísmo y anticorreísmo se intensificará en estos dos meses, pero advierten que este factor no será suficiente para asegurar la victoria.
Lo que realmente definirá la elección será una base de votantes indecisos que exige respuestas concretas en seguridad, empleo y estabilidad económica.
En las próximas semanas, Noboa y González tendrán que tomar decisiones estratégicas: ¿seguir en el juego de la confrontación o enfocarse en soluciones para el país?
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