El gobierno de Donald Trump ha confirmado la incautación de un segundo avión perteneciente al régimen de Nicolás Maduro, actualmente retenido en la República Dominicana. La medida forma parte de una presión internacional sobre el gobierno venezolano, al que se acusa de corrupción y violación de sanciones de Estados Unidos.

El avión a confiscar es un Dassault Falcon 200, utilizado por Maduro y altos funcionarios del régimen, incluidos el vicepresidente y el ministro de Defensa, en viajes internacionales a países como Grecia, Turquía, Rusia y Cuba. Según las autoridades estadounidenses, estos desplazamientos violan las sanciones impuestas por Washington.

El procedimiento de incautación incluye la firma de una solicitud de exención para el pago de más de 230,000 dólares en costos de almacenamiento y mantenimiento del avión, lo que fue aprobado por el Departamento de Justicia de EE. UU.

La incautación del Falcon 200 sigue a una operación similar en septiembre de 2024, cuando Estados Unidos confiscó otro avión de Maduro, un Dassault Falcon 900EX, valorado en 13 millones de dólares. Este avión fue utilizado para actividades relacionadas con el régimen y se considera una forma de enviar un mensaje directo a los más altos mandos del gobierno venezolano.

Los funcionarios estadounidenses detallaron que la incautación de estos aviones es parte de un esfuerzo mayor por desmantelar los activos ilícitos y los recursos del régimen, relacionados con el narcotráfico y la corrupción. En particular, la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado ha ofrecido recompensas millonarias por información que conduzca a la detención de Maduro y sus colaboradores.

Contexto político y presión internacional:

Esta acción ocurre en un contexto de creciente tensión política en Venezuela, especialmente tras la reelección de Maduro en 2024. Además, se produjo en paralelo con la visita de Richard Grenell, enviado especial de Trump, a Caracas, donde se discutió la repatriación de ciudadanos venezolanos detenidos en EE. UU.

Con estas medidas, EE. UU. busca aumentar la presión sobre el régimen de Maduro, al que acusa de abusos de poder y de involucrarse en actividades ilícitas internacionales.