Hoy jueves se termina la campaña electoral y entra en acción la Ley Seca. Así también, este próximo domingo vamos a las urnas: unos para cumplir con un mandato cívico, otros para obtener la papeleta de votación con la que nos permite hacer múltiples trámites burocráticos, ya que el voto es obligatorio, con ciertas excepciones ya conocidas; sin embargo, habrá personas o circunstancias que van a reflejar la certeza, la desidia o el desconocimiento sobre estos comicios; pero, sobre todo, porque este domingo tiene un panorama gris, ya que se juega un presente miedoso y un futuro de incertidumbre. Todo depende de las bondades del TikTok.
Miedo e incertidumbre, porque el 11 % de los 2.089 postulantes a la Asamblea Nacional están salpicados por “supuestos” delitos como estafa, delincuencia organizada, asesinato, robo de combustible, violencia intrafamiliar, narcotráfico, incluso hay un caso en el que el patrimonio de uno de los postulantes creció a ocho millones de dólares en apenas dos años, pues así lo anuncia el diario El Universo, previo al trabajo de un grupo calificado en el campo del periodismo de investigación. Y por el otro lado de la medalla, muchos de ellos, los candidatos, vienen de grupos políticos fantasmas, y lo peor, no tienen formación política ni por escuela ni por autodidáctica. Nada de nada; además, serán ellos los sembradores de la anarquía que ahorca la prosperidad.
La esperanza de una sola vuelta, daría a entender que nuestra comunidad ecuatoriana está cansada de tanto despilfarro en campañas políticas; de tanto candidato chimbador que surge del oportunismo, de tanto candidato iluso que proyecta su candidatura a no sobrepasar el 2 % de los resultados, pero sabe que su nombre y su fama oscura le permitirá ser candidato a un ministerio, y si el plan resulta, iría por un puestito en las aduanas. Todo depende del cabildeo.
La esperanza de una sola vuelta, da a entender que ya no habrá tiempo inútil en más debates, en más idas y venidas a los recintos electorales, mucho más si se trata de asumir la tarea de miembro de mesa. La esperanza de una sola vuelta nos enfoca a no tener más campañas y cierres de campañas para escuchar que los candidatos tienen la varita mágica para solucionar el problema del desempleo, saltándose la necesidad urgente de conseguir inversión extranjera, cosa no tan fácil para nuestra tierra equinoccial, porque nuestra inestabilidad política espanta con garrote al capital de otras latitudes. En sí, la esperanza de una sola vuelta nos ahorra neuronas, ya que no vamos a escuchar que los candidatos están luchando por el cambio: para que nada cambie.
Gane quien gane en las urnas -sin trampas y sin apagones-, será la primera noticia de este próximo domingo. La segunda noticia sería una sola vuelta. Con todo esto, La Mitad del Mundo tendrá un alivio sin parangón, de modo que vendrá un tiempo para disfrutar del nuevo destino que le toque, incluso tendrá la oportunidad de planificar su vida, su salud, sus finanzas y su planificación en el papel de actor en el desarrollo nacional. Una sola vuelta sería ver que la patria no iría a parar en manos de dictadores que pretenden adueñarse del poder, al infinito y más allá. Dios no lo permita.
Ojalá que este domingo, venga con una buena nueva… Una sola vuelta. Ojalá.
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