Secuestros extorsivos en Ecuador: un delito en alarmante crecimiento

Feb 3, 2025

El secuestro extorsivo se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos para las bandas delictivas en Ecuador. Las cifras reflejan un incremento preocupante: mientras en 2020 se registraron 166 casos, para 2023 el número se disparó a 1.876, según datos de la Fiscalía General obtenidos por Ecuavisa.com. En los últimos cinco años, se han presentado 4.251 denuncias, con una tendencia que sigue en ascenso.

Guayas encabeza la lista con 2.249 casos reportados entre 2020 y 2023, seguida por Los Ríos, Pichincha, Santo Domingo, Imbabura y Manabí. Esta situación evidencia la expansión del delito más allá de las grandes urbes.

A diferencia de años anteriores, cuando los secuestros se centraban en empresarios o personas de alto poder adquisitivo, hoy los delincuentes también apuntan a ciudadanos de clase media y baja: estudiantes, taxistas, conductores de buses, profesionales y pequeños comerciantes.

Un ejemplo de esta realidad es el caso de Luis C., José C., Fabián C. y Segundo V., condenados a 17 años y cuatro meses de prisión por el secuestro de dos estudiantes universitarios en Latacunga, el 15 de febrero de 2024. Los jóvenes fueron abordados por sus captores mientras esperaban un bus hacia Quito. Tras amenazarlos con armas de fuego y cuchillos, exigieron a sus familias USD 500 por cada uno para liberarlos. Finalmente, tras tres horas de cautiverio, fueron abandonados en Pujilí con heridas y golpes.

Operativos policiales y resultados

Gracias a la denuncia oportuna y el rastreo del ECU 911, la Policía logró ubicar y detener a los responsables en delito flagrante. Durante el juicio, se presentaron pruebas contundentes, como testimonios de las víctimas, informes periciales y evidencia física, lo que permitió la condena de los secuestradores.

El crimen evoluciona: de robos comunes al secuestro extorsivo

Expertos en seguridad como Renato Rivera explican que este fenómeno responde a la búsqueda de mayores beneficios económicos por parte de los delincuentes. Muchos que antes se dedicaban al robo o asalto, ahora optan por el secuestro, debido a su rentabilidad y menor complejidad logística.

Johanna Espín, del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), señala que los secuestros de corta duración requieren menos recursos y son más fáciles de ejecutar. Además, la respuesta de las fuerzas de seguridad suele ser menos rápida en estos casos, lo que facilita la acción de las bandas.

Otro caso alarmante: el secuestro de un taxista en Guayaquil

El 15 de enero de 2024, un taxista de 67 años fue secuestrado por tres delincuentes en Flor de Bastión. Gracias a la rápida intervención policial, fue rescatado tras una persecución que culminó con un tiroteo y la detención de los criminales, entre ellos un menor de 17 años.

Marco legal y sanciones

Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), el secuestro extorsivo se castiga con penas de 10 a 13 años de prisión. Sin embargo, la creciente incidencia del delito plantea el desafío de reforzar las estrategias de prevención y respuesta por parte de las autoridades.

El incremento de estos casos refleja una problemática compleja que exige atención urgente para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, sin importar su estrato social.



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