2024: La década perdida de la economía ecuatoriana

Ene 28, 2025

El año 2024 marcó un período crítico para la economía de Ecuador, que acumuló récords negativos y profundizó sus problemas estructurales. Sin crecimiento económico, con mayor informalidad laboral, menos inversión y un Estado deficitario, el país enfrenta una realidad que los discursos políticos suelen ignorar.

Aquí cinco claves para entender la crisis económica del país:

1. Estancamiento y desempleo
Ecuador cerró 2024 con una contracción económica cercana al -2%, consolidando una década perdida. El Producto Interno Bruto (PIB) actual es igual al de hace diez años, lo que refleja un estancamiento preocupante.
El impacto en el mercado laboral es severo: solo 3 de cada 10 trabajadores tienen empleo formal, mientras que más de 5,7 millones de personas sobreviven en la informalidad o están desempleadas. Además, la mitad de los empleados ganan menos del salario básico ($354,6), y más de 8,6 millones de ecuatorianos viven en condiciones de pobreza o vulnerabilidad.

2. Dependencia de las remesas
La inversión extranjera directa (IED) en Ecuador fue de apenas 0,3% del PIB en 2024, una de las cifras más bajas de la región, mientras países como Chile alcanzan el 6,5%. Con menos de $300 millones en IED, el país registró su peor desempeño en dos décadas en la atracción de capitales.


En contraste, los migrantes ecuatorianos enviaron más de $6.000 millones en remesas, convirtiéndose en un pilar de la economía. Esta dependencia evidencia la falta de generación de empleo y de oportunidades de inversión en el país.

3. Menos consumo y mayores impuestos
Aunque las ventas totales crecieron un 2,2% en 2024, este aumento fue impulsado únicamente por las exportaciones. El mercado interno, en cambio, se contrajo un -5%, afectando sectores clave como el automotriz, que cayó más del 18%, una de las peores cifras en la región.
Mientras tanto, el ingreso per cápita disminuyó más del 2%, afectando el poder adquisitivo de las familias. En contraste, el fisco celebró un récord en recaudación tributaria de $20.000 millones, impulsado por un aumento del IVA al 15% y la implementación de impuestos temporales.

4. Más recursos, pero menos eficiencia estatal
Pese a ingresos adicionales por $5.000 millones gracias a impuestos y otras fuentes, el Estado cerró 2024 con un déficit fiscal superior a $5.100 millones y deudas pendientes de $4.000 millones.
La inversión pública fue la más baja de los últimos 14 años, y la ejecución presupuestaria fue deficiente. Problemas en la provisión de servicios básicos, escasez de medicinas y la caída de la producción petrolera reflejan un manejo ineficiente de los recursos.

5. El peso de los subsidios
Ecuador destina casi la mitad de sus ingresos a subsidios, una cifra cercana a los $10.000 millones anuales. Entre los mayores gastos están los subsidios al diésel y al gas ($2.000 millones), bonos sociales ($1.300 millones) y transferencias al IESS ($5.100 millones).
Este modelo refuerza la dependencia de una economía poco productiva, limitando la capacidad del país para invertir en sectores estratégicos y dinamizar el crecimiento.

En resumen, 2024 expuso con crudeza las fallas de un sistema económico que no logra generar crecimiento sostenible ni empleo digno, mientras las decisiones políticas priorizan el corto plazo sobre el desarrollo estructural del país.



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