En Ecuador, el 2024 cerró con un panorama desalentador para el sector automotriz. La venta de vehículos nuevos cayó un 18,2% respecto al año anterior, registrando apenas 108.266 unidades comercializadas. Solo en diciembre, las ventas alcanzaron 8.701 unidades, una disminución del 3,9% en comparación con el mismo mes de 2023.
La crisis económica, sumada al aumento del IVA, la inseguridad y los cortes de energía, ha llevado a los ecuatorianos a priorizar gastos esenciales como alimentación, salud y educación, dejando de lado compras importantes como vehículos, explicó el economista Roberto Romero. “La economía ecuatoriana atravesó una recesión clara en 2024, y la recuperación en 2025 sigue siendo una incógnita”, agregó.
El impacto en Ecuador es aún más evidente al comparar con el resto de América Latina. Mientras el mercado regional de vehículos creció un 7,7%, liderado por Brasil (14%) y México (9,8%), Ecuador quedó entre los países con mayores caídas, solo superado por Bolivia, que registró una disminución del 41,9%. En contraste, incluso Argentina, en medio de su propia crisis, logró cerrar el año con 414.041 unidades vendidas, mostrando un optimismo para 2025 gracias a incentivos como financiación y descuentos.
El sector automotriz como reflejo de la economía
La caída en las ventas de vehículos en Ecuador pone de manifiesto la fragilidad de su economía. La adquisición de automóviles, considerada un indicador clave del poder adquisitivo y la confianza de los consumidores, refleja cómo la recesión y la incertidumbre económica han afectado al país.
A medida que Ecuador se prepara para un año electoral y un posible cambio de gobierno, las perspectivas económicas para 2025 permanecen inciertas. Mientras tanto, el sector automotriz sigue siendo un termómetro claro de los desafíos que enfrenta el país.
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