Durante su campaña para la alcaldía de Quito, Pabel Muñoz se destacó por mantener una actitud conciliadora y, en muchos casos, agradable. Fue uno de los pocos candidatos que evitó convertir el territorio en un ring de confrontación política. Desde entonces, ha proyectado una imagen de serenidad y autocontrol, mostrando que pocas cosas logran sacarlo de su centro. Pareciera que nada lo afecta ni lo emociona, evitando enfrentamientos directos con sus críticos.

Sin embargo, en política, la discordia y la represalia suelen manifestarse de maneras menos evidentes. A medida que avanza su administración, comienzan a visibilizarse decisiones que pueden interpretarse como actos de represión hacia quienes expresan su descontento con la gestión municipal.

Un ejemplo reciente es la terminación unilateral al programa Gente en Acción del Cabildo Cívico de Quito programa que se transmitía a través de la frecuencia que se encuentra a cargo del Municipio. Este espacio era una plataforma donde diversos actores de la ciudad, incluidos expertos técnicos, analizaban y exponían con datos los problemas que enfrentan las empresas públicas municipales, entre otros temas de interés ciudadano.

Según una nota publicada en el Diario Expreso[1], la Secretaría de Comunicación del Municipio justificó la decisión basándose en una “evaluación técnica” de los niveles de audiencia, rating y aceptación, que aparentemente no eran favorables al programa. Por su parte, el alcalde declaró que “no se ha cortado la voz a nadie” y argumentó que existen colectivos que demandan espacios similares.

Sin embargo, esta medida genera dudas sobre las prioridades de la administración. ¿Por qué el Municipio de Quito parece exigir altos niveles de audiencia en un medio público, como si se tratara de un canal comercial en busca de auspiciantes? Ni siquiera en los tiempos de Mi Jorge quien si sabe utilizar para su máximo beneficio las frecuencias, vimos algo similar.

Por otro lado, sería justo que Pabel aplique las mismas “evaluaciones técnicas” a su propia gestión. Persisten problemas graves: el transporte público sigue siendo deficiente y sin control efectivo; el suministro de agua enfrentó amenazas que alarmaron a la ciudadanía; y el plan de mercados acumula un retraso de más de un año.

¿Por qué se implementan políticas de “eficiencia” solo en temas menores, mientras los grandes problemas de la ciudad permanecen sin solución? Es hora de que esta administración se mida con la misma vara con la que juzga a los demás.

El orgullo y la falta de autocrítica son los mayores enemigos de los políticos, no las voces ciudadanas que buscan construir una ciudad mejor.

¡Reflexiona, Pabel!

[1] https://www.expreso.ec/actualidad/quito-radio-municipal-saco-programa-dirigentes-comunitarios-aire-228668.html