El debate

Ene 22, 2025

Por Jorge A. Gallardo

Como está concebido el formato, el debate obligatorio de los candidatos presidenciales no sirve casi para nada, salvo que no sea y en mucho para confirmar la desvergüenza en la oferta electoral: decenas de miles de nuevos empleos, entre 3.500 y 11 mil millones de dólares recuperados por evasión tributaria, 500 mil casas para los más pobres, 10 mil millones de dólares sacados debajo de la tierra, 600 dólares de salario mínimo vital, pena de muerte y cadena perpetua para los delincuentes, inteligencia artificial hasta en la sopa, ubicación del Ecuador en el primer mundo, entre otras de parecido o mayor calibre para estar a tono con la situación de inseguridad.

Difícilmente después de 4 años el número de aspirantes a la primera magistratura se reduzca drásticamente. Si no se reforman las leyes que hoy fomentan la proliferación de éstas, no será raro inclusive que sean más de 16 los binomios ansiosos de llegar al máximo poder de la república, desesperados por demostrar su amor a los ecuatorianos. Y, claro, el número de participantes en la lid electoral es el primer obstáculo para la realización de un verdadero debate. Quizás la solución sea que haya debate obligatorio sólo si hay segunda vuelta. Mientras tanto, serán los medios de comunicación social tradicionales y las redes informáticas las encargadas de lograr los enfrentamientos entre los candidatos. Si hay segunda vuelta serán todos los medios audiovisuales (radio y televisión) los que se encadenen para el gran debate de los dos finalistas. Así, probablemente, el elector saldrá ganando para su definitiva decisión en las urnas.

Del debate último lo que más destaca es el interés ciudadano por seguirlo. Según cifras entregadas por el Consejo Nacional Electoral 9’300 mil dispositivos electrónicos (radios, televisores, celulares, computadores, tabletas y más) se conectaron ese día, y de acuerdo con IBOPE Media el evento “marcó un hito en la televisión”: 1’425 mil personas, en 850 mil hogares sólo de Quito y Guayaquil, le dedicaron alrededor de 2 horas 15 minutos de las más de 3 horas que sumaron las 2 franjas. Sin duda, estas cifras revelan un elevado compromiso del elector con lo que le espera al Ecuador en el periodo 2025-2029. Debería concluirse, por lo demás, que, a los ecuatorianos, a diferencia de lo que se afirma, sí quieren conocer las propuestas de los candidatos. ¿Lograron hacerlo? En 10 minutos de intervención de cada uno es imposible, más si mucho tiempo lo desperdician en acusaciones, agravios y mentiras. Esto es cierto porque en la red social “los memes fueron lo más popular” del debate.

Hay que esforzarse y asegurar la trascendencia de estos encuentros. El número de candidatos debe ser bastante menor y eso es fácil conseguir reformando el marco legal. El o los moderadores deben tener la opción de preguntar, repreguntar y poner orden alrededor de los temas abordados. La duración no debe exceder los 90 minutos. No obstante, como se estima sucederá, el debate de los finalistas para la segunda vuelta electoral será el 23 de marzo y por 2 horas aproximadamente, según el Reglamento del CNE. Ya veremos, entonces, si hay un ganador.



0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



Te puede interesar


Suscríbete a nuestro boletín



Lo último