Fin del correísmo

Ene 20, 2025

Por Simón Zavala

Sostengo que Rafael Correa no quiere ganar la Presidencia y Vicepresidencia de la República en estas elecciones del 2025. Parece que esta afirmación no tiene sentido, pero voy a demostrar que si lo tiene, y que responde a una estrategia bien pensada y planificada, con el objetivo de que RC pueda volver a ser presidente en el 2029. Usted, estimada lectora y estimado lector, como líder una agrupación política que tiene como objetivo ganar las elecciones presidenciales, le pondría obstáculos insalvables a sus candidatos presidenciales para que justamente se afecten en su campaña electoral y en lugar de ganar votos los pierdan. No, verdad que no, estimo que no lo haría, porque eso sería lo sensato. Pero, para RC lo sensato, lo bien analizado, lo estudiado al detalle, es el conseguir su objetivo secreto. Y en ese análisis, no ha participado Glas, no me cabe la menor duda, que ya, a estas alturas, para RC no significa nada. Lo máximo que hicieron, fue fraguar la idea de que se iba a generar un atentado contra la vida de Glas en la prisión. Y punto. Glas ya no está ni en el corazón ni en la mente de RC.

Pues bien. Rafael Correa decidió que el candidato a Vicepresidente con Luisa González debía ser Diego Borja. Uno se pregunta, acaso no habían algunos militantes que se han distinguido dentro del correísmo y sobre los que no han existido reparos políticos ni legales, dentro de los cuales se hubiera podido escoger una figura para la candidatura Vicepresidencial. Discriminación? Desconfiaza sobre ellos? Certeza de que no se van a dejar subyugar y esclavizar?. Lo que sea, pero lo de Diego Borja, es como para que nadie en el país se olvide de que fue él quien cuestionaba y criticaba duramente a RC y, organizaba manifestaciones contra él con carteles totalmente visibles, con el famoso “FUERA CORREA, FUERA”. Pues la candidatura de Diego Borja, aparte de causar un cisma dentro del correísmo, ante su electorado provocó una gran desbandada de adeptos, que ahora se pasaron al voto nulo. Y creo, que también ocasionó una gran afectación a Luisa González, que sabia y sabe que la candidatura de Diego Borja no le favorece por los antecedentes críticos de él a Correa y a lo que fue Alianza País ni le hace ningún bien ahora las denuncias contra Borja por contratos suscritos con el Estado. Y, porque es muy posible que el Consejo Nacional Electoral, descalifique a Diego Borja por este conflicto de intereses.

Pero el golpe de gracia a la candidatura de Luisa González fueron las declaraciones, por cierto autorizadas por RC, vehementes y provocadoras de Ricardo Patiño, que muy suelto de huesos, le dijo al país pública y amenazantemente, que RC regresará al país y que Glas saldrá libre y, que regresarán todos los prófugos de la Revolución Ciudadana. Este discurso incendiario, indudablemente exacerbó no sólo al anticorreismo, sino en general, a una gran cantidad de ecuatorianos que tienen otras posiciones políticas y que repudian la venganza, la impunidad y la corrupción. Obviamente, las candidaturas de Luisa González y Diego Borja, han quedado en términos electorales totalmente disminuidas y sin posibilidades de ganar.

Para el 2029 la candidata a presidente/ta tiene que ser mujer. Eso impediría que RC, (si estuviera legalmente habilitado) pudiera ser candidato a Presidente. Pero en cambio, si en este 2025, por la Revolución Ciudadana, nuevamente es una mujer quien ostenta la candidatura a la Presidencia, en el 2029, tendría que ser un hombre. Por eso se repite la candidatura de Luisa González en esta nueva oportunidad. Y además, se impediría legalmente, si es que Luisa González hiciera una gran gestión gubernamental, que ella pueda postularse para una reelección y deje fuera a RC de su posibilidad en el 2029 y de su plan secreto.  

A RC lo que le interesa es conseguir el mayor número de asambleístas. Por eso, el trabajo político de él, que responde al objetivo que busca, es haber metido en la contienda electoral a candidatos a la Presidencia que no suman ni un doce por ciento hasta ahora en la intención de voto, pero que tienen listas de candidatos a asambleístas, en donde están bien camuflados personajes ligados de una u otra forma al correísmo. Esto es lo que RC requiere, porque en estos próximos cuatro años va a buscar algunas cosas que le permitan ser candidato en el 2029. Primero: RC es un prófugo de la justicia ecuatoriana legalmente condenado con pérdida de derechos políticos, con dos órdenes de prisión, una por la sentencia del caso Soborno y otra por el caso Balda; y con cerca de cuarenta juicios penales por corrupción. Eso le impide ser candidato idóneo. Además si ingresa a nuestro país tendría que ser detenido y llevado a prisión, con lo cual, física y materialmente estaría impedido. No puede venir al Ecuador y, ya no puede seguir manejando a la militancia de la Revolución Ciudadana a control remoto. Su desgaste es total, a tal punto que su accionar político se reduce a mensajes de troles, lo que genera una mayor inadversión, NO ODIO, a RC y a la Revolución Ciudadana. Segundo: RC hubiera podido, con la mayoría de Asambleístas que la Revolución Ciudadana ha mantenido desde el 2016, ser amnistiado o indultado. Pero la amnistía y el indulto lo que hace es perdonar la pena, pero no le quita la sentencia condenatoria ni la perdida de derechos políticos. Ser un candidato condenado, lo hace totalmente vulnerable y rechazado por la mayoría de los electores, en el caso de que alguien con algún poder divino le restableciera esos derechos. Tercero: Por ello, a RC se le hace necesario que con mayoría legislativa, se reforme el Código Orgánico de la Función Judicial, que permita reestructurar las Salas Penales de la Corte Nacional para que la que salga sorteada le acepte el Recurso de Revisión y lo declare inocente en el caso “Soborno” restableciéndole los derechos políticos. Y también que le permita controlar el Consejo de la Judicatura para conseguir jueces corruptos que resuelvan favorablemente el Recurso de Revisión de RC. Con ello RC podrá decirle al país que su condena fue ilegal, que fue objeto de persecución política a través de la administración de justicia y que es un candidato idóneo “para recuperar la Patria”. Entiendo yo, que RC debe pensar que si se cumplen estos propósitos, él en las elecciones del 2029 arrasaría.

Yo estoy seguro, que así tenga el correísmo junto a algunos asambleístas comprados, mayoría de votos para hacer las reformas legales, quien gane la Presidencia en estas elecciones del 2025 – exceptuando Luisa González que está destinada a perder por el designio de RC – vetará esas reformas. Por otro lado, cualquier Abogado que ahora ingrese a la Corte Nacional como Juez de ese nivel no se arriesgará ni por dinero ni por dádivas de cualquier tipo, a violar la ley y terminar con una carrera judicial y parar en la cárcel, por conceder un recurso de revisión que no podrá ser sustentado jurídicamente. Y creo que RC no podrá conseguir su objetivo porque existe un grave problema: Estados Unidos le quitó la visa a él y a sus familiares y todos saben que cuando eso ocurre, los sin visa correrán la misma suerte de Carlos Pólit y de su hijo. Las leyes federales y estatales de los Estados Unidos consideran delitos los bienes, obras y servicios adquiridos con dinero ilícito, desde la compra de una hamburguesa hasta la de un edificio. Sobre RC pende una espada de Damocles muy bien afilada y no podrá volver a nuestro país. El correísmo está agonizando y en poco tiempo dejará de existir.



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