El presidente Gustavo Petro anunció la suspensión del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras los recientes enfrentamientos en la región del Catatumbo, al noreste de Colombia. A través de su cuenta en redes sociales, el mandatario calificó los actos cometidos por el ELN como “crímenes de guerra” y señaló la falta de voluntad del grupo insurgente para alcanzar la paz.
La decisión
Petro expresó: “Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, que no tiene ninguna intención de paz”.
La región del Catatumbo, estratégicamente ubicada por su cercanía a Venezuela, enfrenta una grave crisis humanitaria tras enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC. Según la Defensoría del Pueblo, los combates han dejado al menos 30 muertos y han desplazado a numerosas familias.
Respaldo del equipo negociador
Los negociadores de paz del Gobierno, encabezados por Vera Grabe e Iván Cepeda, apoyaron la decisión presidencial. Cepeda condenó los actos criminales y advirtió que “aunque el Gobierno tiene voluntad de negociar, no tolerará crímenes de guerra ni ataques contra la población civil”.
Impacto en Catatumbo
La violencia en el Catatumbo ha generado desplazamientos masivos y un clima de inseguridad, agravando las condiciones de vida en la zona. Mientras tanto, el ELN no se ha pronunciado sobre la suspensión de los diálogos.
Esta decisión marca un giro en la política de “paz total” de Petro, que priorizaba negociaciones con grupos armados para poner fin al conflicto. Sin embargo, los últimos hechos han puesto en duda la viabilidad del proceso.
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