Dos de los 16 militares implicados en la detención de cuatro menores de edad en el sur de Guayaquil, quienes desaparecieron el 8 de diciembre, han dado su versión de los hechos, asegurando que los liberaron sin causarles daño. Los uniformados ofrecieron declaraciones desde el anonimato en una entrevista con el medio digital La Posta.

Intervención inicial y traslado
Según los militares, intervinieron tras recibir una llamada de la ciudadanía sobre un supuesto robo en las cercanías de un centro comercial. Aunque inicialmente tenían previsto entregar a los menores en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de Virgen de Fátima, cambiaron de plan al atender otra alerta de desmanes en la vía a Taura, jurisdicción bajo su responsabilidad.

Durante el trayecto, señalaron que encontraron un árbol caído que obstaculizaba el camino. Los menores habrían ayudado a despejarlo, momento en el que, según los uniformados, pidieron ser liberados con la promesa de no reincidir en actos delictivos.

“Ellos nos pidieron que los dejáramos ir. Dijeron que no volverían a hacerlo y aseguraron conocer la zona. Entonces, procedimos a liberarlos”, declaró uno de los militares.

Respuesta de las familias y abogados
Fernando Bastías, abogado de dos de las familias afectadas, reconoció el derecho de los militares a presentar su versión, pero enfatizó que la Fiscalía será quien determine responsabilidades en el caso de desaparición forzada, calificado por una jueza constitucional. También pidió manejar el tema con cuidado para evitar revictimizar a los familiares.

Mientras tanto, familiares de los menores acudieron al reconocimiento de cuerpos tras el hallazgo de cuatro cadáveres en Taura, que están siendo sometidos a pruebas antropológicas y de ADN para determinar si tienen relación con los adolescentes desaparecidos.

Audiencia y proceso judicial
La Fiscalía ha convocado a una audiencia de formulación de cargos contra los 16 militares por presunta desaparición forzada. Esta diligencia será clave para establecer la responsabilidad en el caso.

Por su parte, las familias continúan esperando respuestas sobre el paradero de Steven Gerald Medina Lajones (11 años), Nehemías Saúl Arboleda Portacarrero (15 años) y los hermanos Josué Didier e Ismael Eduardo Arroyo Bustos (14 y 15 años). La esperanza de encontrarlos con vida aún persiste.

Pruebas forenses en curso
Los resultados de las pruebas antropológicas se esperan para el 30 de diciembre. Si no se logra una identificación clara, se procederá con análisis de ADN, los cuales podrían tomar hasta 45 días. Entretanto, la búsqueda de los menores sigue siendo una prioridad para las autoridades y sus familias.