La del estribo…

Dic 23, 2024

Por Melvyn O. Herrera

Como el titular de esta nota, así llaman los mexicanos a la última canción o circunstancia de sus vidas. Digo igual, porque esta nota es mi última en este 2024:

Así como en el 2020 dominó el vivir cotidiano la pandemia del Covid 19, al que G. Lasso, presidente de Ecuador en ese entonces, lo venció con su vacunación en los primeros 100 días de su mandato, así este 2024 será recordado por los enfrentamientos políticos de quienes dirigen las principales funciones de este Ecuador del alma y los apagones. Recordando que G. Lasso llegó a más del 70% de aceptación ciudadana, lo que por su “tibieza” él desperdició al desechar las muchas peticiones de acometer el necesario cambio del mamotreto constitucional de Montecristi que aún nos rige. Tal popularidad de Lasso alarmó a las fuerzas negativas que desde la asamblea -con minúsculas- atacaron inmisericordemente al Ejecutivo hasta llevarlo a la inédita “muerte cruzada”.

Pese a ese vía crucis, la recuperación socio económica post pandemia en la nación fue destacada, con ventas de 220 mil millones con sus relacionadas buenas recaudaciones fiscales y otros logros que no agradaron a quienes en Bélgica y México añoran su década de mando.

La elección del actual joven Presidente, quien venció a la burócrata dama oponente, atribuyen, fue por el crimen de quien lideraba las encuestas. Su triunfo se basó en desechar los “contra” acogiendo los “pro” para no atizar la polarización política. Dio resultados positivos al inicio, con la aprobación casi unánime de la asamblea a sus propuestas de diversos órdenes, hasta que el desbaratar la liberación del sentenciado J. Glas en un avión militar mexicano -lo que dejaría a Noboa muy cuestionado- eso acabó la “luna de miel” política, coincidiendo con los efectos del caos en el monopolio eléctrico nacional y la inusual sequía de la región, que juntas azotaron el buen vivir nacional, con todo lo que de ello se deriva.

El retorno de las lluvias, junto a la emergente terminación de inconclusas generadoras, la provisión desde barcazas foráneas y la provisión de energía desde la hermana Colombia, este fin de año bastante ayudan para que la ciudadanía celebre las fiestas tradicionales sin apagones, lo que abonaría a que el 2025 le sea favorable al Ejecutivo en su propósito de reelegirse, lo que el próximo febrero debemos decidirlo en las urnas.

Para ello, todos quienes hemos procreado descendencia en este suelo patrio, más que por nosotros mismos, debemos concienciarnos del futuro que a ellos les dejaremos como producto de la decisión a tomar. Hay cercanos ejemplos de lo que sucederá si elegimos sin conciencia patria y/o motivados por fanatismos partidistas. La emigración se acelerará junto a la inseguridad y la crisis generalizada. Así que tanto o más que desearles a los generosos lectores unas felices fiestas de Navidad y un buen cambio de año, lo hago, deseando que sufraguen correctamente para lograr que en el 2025 nos recuperemos en todos los sentidos, como sucedió en la post pandemia. ¡Que la Providencia lo haga posible!



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