Así como el niño en la adolescencia sufre el cambio hacia la adultez, la humanidad experimenta el paso de la época industrial a la informacional (Castells), compartiendo algunos signos de valor adaptativo, funcional y decisivo que conlleva este actual cambio crucial.
Hace 30 años un grupo de investigación de América Latina (De Souza y col.) se plantean la pregunta: ¿Qué experimenta la humanidad: un cambio de época o una época de cambios? Luego de un meta análisis de más de 1500 títulos, llegan a la conclusión que la humanidad se encuentra en un cambio de época irreversible, por tercera vez en su historia desde hace 12 mil años.
Tres revoluciones convergen (tecnológica, económica y sociocultural), que cambian las relaciones de producción y de poder, modos de vida y cultura; así como los sistemas de ideas para comprender la realidad, de técnicas para transformarla y las reglas de juego de la época industrial (instituciones) pierden validez para dirigir la satisfacción de necesidades y aspiraciones en la nueva época emergente.
En el primer estirón el adolescente con acné siente incomodidad con su cuerpo, así las nuevas generaciones rechazan las formas de vivir del industrialismo y nuevos estilos aparecen como los nómadas digitales, un ejemplo de adaptación a esta nueva era.
El viejo imperio tambalea, uno nuevo agazapado tras los Brics se perfila, las guerras en Eurasia y medio oriente apenas son una muestra de todo el potencial bélico de los verdaderos actores; la democracia entra en crisis.
Mientras la ciencia a pasos agigantados muestra futuros diagnósticos y tratamientos, los nuevos actores, ocultos tras la big data y el poderío satelital, manejan intenciones y decisiones en la profundidad de los cerebros humanos, convirtiéndonos en autómatas biológicos consumidores: desde pornografía y microplásticos hasta el voto por el candidato ideal para sus intereses y desde microplásticos y comida chatarra hasta nuevos géneros musicales.
Las nuevas reglas de juego vendrán en la segunda etapa de esta época emergente, luego que las guerras entren en periodo de latencia, si antes no han destruído todo.
La última etapa de consolidación de la nueva época al sentirse más cómoda con la nueva tecnología y los cambios será la aceptación de nuevos relatos para definir su identidad, entonces se podrá construir un nuevo futuro. El nuevo imperio emergerá de las relaciones de poder de los grupos globales dominantes desde el nuevo imperio satelital de la big data.
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