Siria siempre ha sido una región muy compleja, por su importancia geoestratégica len la confluencia de rutas hacia el Mediterráneo, por eso llama la atención lo que sucede en ese país. Hemos visto con asombro las barbaries del régimen dictatorial de Basshar Al Assad, quien viene de una dinastía que gobernó con mano de hierro hace 54 años y que fue derrocada recientemente. Pero mis reflexiones se refieren a los acontecimientos de los últimos días y su incidencia en la política internacional.

Durante la Primavera Árabe entre 2010 a 212, donde cayeron dictaduras fuertes en Egipto, Túnez y Libia, pero no fue posible que esto ocurriera en Siria, debido al apoyo militar de Rusia e Irán. Ambas naciones permitieron salvaguardar sus intereses porque disponen de bases militares en territorio y para la potencia islámica chiita era mantener la hegemonía y el control en un territorio con alta población sunita, además de ser clave por sus fronteras con Israel, enemigo de Irán.

Cuando se creó el Califato de Levante y el Estado Islámico por parte de ISIS, lograron mantener el control de por lo menos un tercio del territorio sirio, el Ejército de Bashar Al Assad venció a ISIS con un fuerte apoyo militar de Rusia, y con combatientes de Hezbolá. Este hecho fue importante, porque se fueron formando y fortaleciendo milicias rebeldes con excombatientes de del Estado Islámico.

Los rebeldes sirios están conformados por tres milicias principales -Hayat Tahrir al Shar (HTS); el Ejército Nacional Sirio (ENS); y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que agrupan a otros grupos más pequeños y operan en Siria (ISIS), controlando extensas partes del territorio.

Una vez que el líder rebelde Mohamed al Jolani renuncia a ser parte de Al Qeda y se aleja de ISIS, logra unificar las milicias en las HTS con el ENS y las FDS, lo que le permite lanzar una ofensiva desde las fronteras turcas y jordanas. Esa estrategia le rinde frutos y entra en Damasco sin mayor resistencia del Ejército Sirio y con esta acción cae el Gobierno de Bashar Al Assad.

El territorio que estaba controlado por las tropas de Al Assad ahora está en disputa, así como ciertos zonas de fricción, donde estas milicias luchan entre ellas por su control.

Pero, ¿por qué sucedió todo esto de una manera rápida cuando esta guerra interna tenía más de 13 años sin resultados positivos para el Ejército de Liberación de Siria?

Considero ciertos temas muy puntuales que incidieron: El alto nivel de deserción de soldados del Ejército sirio, que se unió a los rebeldes; la reducción del apoyo militar de Rusia por la guerra con Ucrania; la derrota de Hezbolá en Líbano y Hamas en Gaza, por las Fuerzas de Defensa de Israel; el debilitamiento de político y militar de Irán por la crisis con el Estado de Israel; y por el apoyo de Turquía y Qatar a las fuerzas rebeldes.

Ahora, ¿qué sucederá? Posiblemente nacerá un nuevo orden geopolítico en Levante, primero por el debilitamiento de la influencia rusa en la región, porque el nuevo Régimen no permitirá en su territorio las bases militares extranjeras. Por tanto, Rusia se puede quedar sin la base naval de Tartús, de importancia geoestratégica, que le permitía la salida de su flota al Mediterráneo, así como el aeropuerto militar de Hmeimin. Segundo, al parecer las milicias de la HTS, FDE y ENS son en su mayoría sunitas, lo que cambia el rumbo religioso de Siria y la influencia del islamismo chiita regentado por Irán y sus Ayatolas. La tercera, es el fortalecimiento de la influencia de Turquía, especialmente por el tema Kurdo, pueblo situado en las fronteras de Turquía, Siria e Irak. La cuarta reflexión es la incertidumbre del rumbo político y religioso que tome el actual Gobierno en Siria, porque podría convertirse en otro Estado islámico como el Talibán en Afganistán y gestores del terrorismo internacional. O de lo contrario, Siria podría ser un Estado tolerante y abierto para las diferentes etnias y acercarse políticamente a Occidente, lo que veo improbable.

Todo esto ha generado una preocupación mundial. Israel volvió a concentrar tropas en las alturas del Golán en la zona de amortiguamiento, creada en el armisticio luego de la guerra de 1974, y a la vez atacó bases aéreas, puertos y arsenales sirios. Su propósito es evitar que estas armas caigan en manos de los rebeldes que tomaron el poder.

De todas formas, la diplomacia internacional está activa, una delegación conjunta de Turquía y Qatar llegó a Damasco para conversaciones con el Gobierno interino sirio, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, y el rey jordano, Abdullah II. Está previsto reunirse con el presidente y el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía. En Jerusalén tuvieron reuniones el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, para tratar la situación de Siria.

Esperemos que Siria no se convierta en un polvorín con pugnas internas por el poder, la reorganización de ISIS y la población que ahora está regresando a su patria no tenga que abandonarla otra vez y genere una ola de refugiados sin precedentes, que alcanzó los 8’000.000, según la ONU.