Siria estuvo bajo el control autoritario de la familia Al Assad durante más de 53 años, pero este periodo ha llegado a su fin.

Bashar al-Assad asumió la presidencia en el año 2000, tras casi tres décadas de gobierno de su padre.

Recientemente, las fuerzas rebeldes sirias tomaron Damasco, y se reporta que el presidente ha abandonado el país después de 13 años de devastadora guerra civil.

El origen del conflicto
Todo comenzó en 2011, cuando protestas pacíficas contra el presidente Bashar al-Assad, inspiradas por la Primavera Árabe, pedían reformas democráticas y el fin de la corrupción. En lugar de dialogar, el régimen respondió con represión violenta, convirtiendo la protesta en una guerra civil que dividió al país.

El papel de la familia Al-Assad
La familia Al-Assad gobernó Siria con mano de hierro durante 53 años. Bashar al-Assad asumió el poder en el año 2000 tras la muerte de su padre. Durante su gobierno, las demandas de libertad y justicia fueron respondidas con brutalidad, lo que alimentó la rebelión.

La complejidad del conflicto
Lo que comenzó como una lucha entre el gobierno y la oposición escaló rápidamente:

• El régimen de Assad se mantuvo con el apoyo de Rusia, Irán y grupos como Hezbolá.
• Grupos rebeldes y extremistas luchaban por derrocar al régimen, pero también peleaban entre sí. Entre ellos destaca Hayat Tahrir al-Sham (HTS), un grupo islamista que ha liderado los recientes avances.
• Los kurdos, aliados de Estados Unidos, controlaron parte del norte y del este buscando autonomía.
• En medio de esta lucha, países como Turquía, Rusia y EE.UU. intervinieron, convirtiendo a Siria en un campo de batalla internacional.

La tragedia humanitaria
La guerra dejó más de 500.000 muertos y obligó a 12 millones de personas a abandonar sus hogares. Siria quedó devastada: ciudades enteras destruidas, economía colapsada y un sufrimiento incalculable para su población.

Lo más reciente: el colapso del régimen
Después de años de aparentar estabilidad, el régimen de Assad se desplomó en cuestión de semanas. Rebeldes liderados por HTS lanzaron una ofensiva sorpresa, tomando ciudades clave como Alepo, Hama y Homs, hasta entrar en Damasco. El propio Assad abandonó la capital, poniendo fin a cinco décadas de dominio de su familia.

¿Qué sigue para Siria?
Aunque los rebeldes prometen construir un nuevo gobierno, el futuro es incierto. Las divisiones entre las facciones y la fragilidad del país hacen difícil predecir si habrá paz o más conflictos.