Conocida por su participación en Chicas Pesadas y Mamma Mia!, Amanda Seyfried ha optado por un estilo de vida alejado del bullicio de Hollywood. Desde 2013, la actriz de 39 años reside en una granja en Stone Ridge, un pequeño pueblo en Nueva York, donde disfruta de la paz del campo junto a su esposo, Thomas Sadoski, y sus hijos Nina, de 7 años, y Thomas, de 4.

En una entrevista de 2015 con Vogue, Seyfried compartió sus razones para mudarse al campo, destacando su deseo de criar a sus hijos en un entorno más tranquilo y saludable. “Aquí hay buenas escuelas locales, y quiero que mi vida sea más sencilla, con menos estrés y trabajo”, explicó la actriz.

Aunque vive lejos del ajetreo urbano, Seyfried ha mantenido una carrera activa y selectiva. Su interpretación de Elizabeth Holmes en The Dropout le valió un Emmy, y su papel en Mank le otorgó nominaciones al Oscar y al Globo de Oro. Sin embargo, combina estos logros con una vida enfocada en su familia y en el cuidado de los animales de su granja, que incluyen cabras, gallinas, gatos y su fiel perro Finn, un pastor australiano de 15 años.

La actriz ha destacado cómo este estilo de vida le permite mantenerse equilibrada emocional y mentalmente. “Mis animales me ayudan a mantenerme conectada y en paz. Es un placer saber que, después de los eventos de Hollywood, puedo regresar a casa, ponerme mis botas y alimentar a los animales”, comentó a Forbes.

Una carrera en equilibrio

A pesar de su decisión de vivir en el campo, Seyfried sigue siendo un rostro recurrente en la industria del entretenimiento. En eventos como el Met Gala, demuestra su pasión por la moda y el diseño sostenible. Este año, lució un vestido de Prada elaborado con materiales reciclados. Además, no descarta regresar a franquicias como Mamma Mia! y mostró su entusiasmo por una posible tercera entrega.

Reflexión sobre su salud mental y la fama

Seyfried también ha sido abierta sobre sus luchas con la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo. Para ella, vivir en el campo ha sido clave para mantener su bienestar. “La alfombra roja puede ser intensa, pero la moda me da confianza. Aun así, mi verdadera felicidad está en mi hogar, rodeada de naturaleza y tranquilidad”, afirmó.

En sus redes sociales, donde tiene más de 6 millones de seguidores, comparte destellos de su vida rural, destacando el valor de enseñar a sus hijos la responsabilidad a través del cuidado de los animales. Mientras Seyfried mantiene su carrera profesional, deja claro que su mayor prioridad es la estabilidad y la alegría que encuentra en su hogar lejos de los reflectores.