En Ecuador, se desarrolla el concurso para la renovación parcial de tres jueces de la Corte Constitucional, organismo que ha desempeñado un papel crucial en las decisiones políticas y jurídicas del país. Juan Izquierdo Intriago, presidente de la Comisión Seleccionadora, ofreció detalles en una reciente entrevista con Carlos Vera, en su programa Vera A Su Manera, sobre el proceso y su importancia para el país

Izquierdo, abogado con más de 17 años de experiencia en derecho constitucional, fue seleccionado por unanimidad para liderar la comisión. Su nombramiento fue respaldado por la Función de Transparencia y Control Social.

Izquierdo destacó que uno de los principales avances es la inclusión del principio de especialidad en el reglamento, lo cual asegura que los postulantes posean conocimientos avanzados en derecho constitucional. También se han incorporado parámetros éticos del Código Iberoamericano de Ética Judicial y principios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“Quien aspire a ser juez constitucional debe cumplir con los más altos estándares de probidad y especialidad. Estos valores son fundamentales para garantizar la independencia y calidad de las decisiones de la Corte Constitucional”, afirmó Izquierdo.

El concurso incluye varias etapas:

1. Calificación de Requisitos: Evaluación preliminar de la documentación de los candidatos.
2. Impugnaciones: Ciudadanos podrán objetar la idoneidad de los postulantes.
3. Calificación de Méritos y Pruebas: Se valorará la experiencia, los estudios académicos y la destreza práctica en casos constitucionales.

El reglamento otorga un puntaje máximo de 30 puntos a los méritos, lo que refleja una mejora respecto al proceso anterior, que solo asignaba 20 puntos a esta categoría.

La Asamblea Nacional ya envió su terna, compuesta por Angélica Porras Velasco, Román Terán Suárez y Gladis Proaño. Estos nombres ahora están bajo análisis en las etapas iniciales del concurso.

Durante la entrevista, Izquierdo enfatizó la necesidad de que los ciudadanos y las instituciones involucradas mantengan la transparencia y rigor en el proceso. “La Corte Constitucional no solo es el organismo más poderoso del país, sino también uno de los más prestigiosos. Nuestra responsabilidad es asegurar que los nuevos jueces continúen este legado de integridad y excelencia”, concluyó.