Un escándalo sacude las Fuerzas Armadas de Venezuela, con la detención de 10 militares, entre ellos un general, tres oficiales superiores y varios subalternos, acusados de traición a la patria. El mayor rango entre los arrestados es el General de Brigada Rafael García Fernández, quien comandaba la Zona N° 63 en el Estado de Amazonas, en el sur del país.

La detención de estos militares fue ordenada por el Tribunal Militar de Amazonas, luego de ser señalados por presuntos actos de ultraje a la Fuerza Armada Nacional, desobediencia, abuso de autoridad y permitir el ingreso de aeronaves no identificadas desde Brasil.

Los detenidos forman parte de la Guardia Nacional Bolivariana, y entre ellos figura el Coronel Euclides Rafael Gómez Salazar, quien era el jefe del Estado Mayor del mismo comando. Junto a ellos fueron arrestados otros oficiales, subalternos y efectivos de tropa, incluyendo al teniente coronel Darwin Rigoberto, y varios sargentos y tenientes involucrados en diversas funciones dentro de la estructura militar de la zona.

Las acusaciones se centran en permitir que aeronaves desconocidas ingresaran en territorio venezolano sin ser interceptadas, lo que ha generado una crisis dentro de las filas militares del país.

La situación se agrava en un contexto de tensión política, en el que tras las elecciones de julio, que la oposición denuncia como fraudulentas, se intensificaron los cambios en la cúpula militar y las medidas de control sobre la Fuerza Armada.

El Gobierno de Nicolás Maduro ha mantenido un férreo control sobre el sector militar, clave para su permanencia en el poder, y ha redoblado sus esfuerzos para asegurar la lealtad de los mandos, incluso a costa de llevar a la cárcel a decenas de oficiales bajo acusaciones de complot y traición.

Según organizaciones como Foro Penal, los militares han sido el grupo más numeroso de presos políticos en Venezuela, una realidad que resalta la creciente crisis interna en las Fuerzas Armadas.