Una belleza que oculta un oscuro trasfondo. Este parece ser el destino de varias jóvenes ecuatorianas relacionadas con reinados de belleza, quienes han terminado vinculadas al crimen organizado, convirtiéndose en protagonistas de titulares que impactan al país.

• Con solo 24 años, Myrka Shania C. C. fue detenida el 13 de noviembre de 2024 en el operativo Gran Fénix 381, junto a presuntos miembros de la sanguinaria banda “Los Pepes”, recoge el medio La Hora. Su caso ha llamado la atención no solo por su historial como virreina y Reina del Café, sino porque la Fiscalía la acusa de formar parte de una estructura de delincuencia organizada.

La imagen de Myrka posa con una leve sonrisa, en contraste con sus compañeros de captura, ha causado revuelo. La Policía sostiene que Los Pepes son un brazo armado de los Lagartos, vinculados al cártel Jalisco Nueva Generación, responsables de al menos 24 asesinatos violentos en Manta.

• Landy Párraga, una reconocida figura en Quevedo, no solo fue reina de belleza sino que terminó inmersa en una intrincada red criminal. Vinculada al narcotraficante Leandro Norero, sus conversaciones filtradas revelaron cómo este temía ser relacionado con ella, incluso al punto de proponer acciones extremas para proteger su imagen.

El 28 de abril de 2024, Landy fue asesinada a tiros en un centro comercial. Detrás de su imagen pública de emprendedora exitosa se descubrieron vínculos con importadoras sospechosas, un reflejo de cómo los reinados de belleza se han convertido en herramientas para el lavado de dinero.

Reinas de belleza, trofeos y negocios criminales

Los certámenes de belleza han sido usados como fachadas perfectas por el crimen organizado. Alejandro Páez, experto en negocios internacionales, señala que el atractivo de estos eventos para los narcotraficantes radica en su doble utilidad: acompañarse de mujeres hermosas y ocultar actividades ilícitas.

La Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) tiene una tarea crucial: rastrear a los patrocinadores detrás de los concursos locales, donde los costos de vestidos y premios como automóviles y propiedades levantan sospechas sobre su origen.

En lo que va de 2024, más de 440 mujeres han sido detenidas por presunta relación con bandas criminales en Ecuador, destacándose entre estas los Lobos y los Choneros.

Entre las detenidas, Michelle Macías, hija del líder de los Choneros, es otro caso emblemático: su vida como soberana de Manta contrasta con su secuestro en 2021 y su conexión familiar con el crimen organizado.

La sombra del crimen en los reinados de belleza

De las pasarelas a los carteles, las historias de Myrka, Landy y Michelle son reflejo de una problemática que combina glamour y peligro, y que evidencia cómo el crimen organizado encuentra espacios para camuflarse incluso en eventos de celebración cultural y social.