Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre, una efeméride que nació en 1992 gracias a la iniciativa de Thomas Oaster, director del Centro de Estudios Masculinos en la Universidad de Misuri-Kansas.

Aunque su reconocimiento global comenzó en 1999, cuando se conmemoró por primera vez en Trinidad y Tobago, la fecha se ha convertido en un momento clave para reflexionar sobre temas cruciales que afectan a los hombres y promover la equidad de género.

Los objetivos fundamentales del Día Internacional del Hombre

Desde sus inicios, esta celebración ha estado marcada por seis pilares esenciales que guían su propósito:

1. Promover modelos masculinos positivos.
2. Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad.
3. Centrarse en la salud y el bienestar de los varones.
4. Mejorar las relaciones interpersonales de género.
5. Destacar la discriminación hacia los hombres.
6. Crear un mundo más seguro y mejor para todos.

Estos pilares no solo resaltan las virtudes masculinas, sino que también buscan abordar los desafíos que enfrentan los hombres en diversas áreas, desde la salud hasta las relaciones de género.

La salud masculina, una prioridad

Uno de los aspectos más cruciales de esta conmemoración es la atención a la salud de los hombres. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los hombres suelen tener menos acceso a servicios médicos y son menos propensos a buscar atención cuando están enfermos, lo que contribuye a una menor esperanza de vida en comparación con las mujeres. Esto resalta la necesidad de enfocarse en la promoción de la salud masculina.

El Día Internacional del Hombre es una oportunidad para reflexionar sobre estos temas y promover una sociedad más equitativa y saludable para todos.