La experta en estrategia política, Andrea Yépez, aseguró que el presidente Daniel Noboa ha demostrado una notable capacidad para aferrarse al poder, desafiando las expectativas de muchos. Durante una entrevista en Teleamazonas, Yépez destacó la habilidad del mandatario para manejar su imagen y estrategia comunicacional, lo que lo coloca como un competidor superior en las elecciones de 2025, a pesar de los desafíos que enfrenta, como la crisis energética.

“El presidente sabe jugar a lo comunicacional y a lo político. Tiene una estrategia híbrida que le permite llegar a distintas audiencias, desde los más jóvenes a través de redes sociales hasta los mayores de 51 años con medios tradicionales”, comentó Yépez. Para la analista, este enfoque ha sido clave para mantener la popularidad de Noboa, que aún supera a la de su principal contendiente, Luisa González, a pesar de las severas críticas y los problemas como los apagones de hasta 14 horas.

Yépez destacó que el presidente ha logrado posicionar narrativas cruciales, como la crisis energética, de manera efectiva, desviando la responsabilidad hacia gobiernos anteriores, lo que le ha permitido ganar la simpatía de sectores clave de la población. Además, aseguró que, aunque las encuestas muestran una alta tasa de indecisos y un empate técnico entre Noboa y González, el mandatario tiene una ventaja crucial: una campaña de comunicación extremadamente bien organizada, respaldada por una sólida estrategia de pauta publicitaria.

“Lo que estamos viendo es una campaña muy superior, sobre todo por la capacidad del presidente para utilizar los recursos y las herramientas de comunicación digital”, subrayó Yépez. A su juicio, el verdadero desafío para los demás candidatos será superar la formidable maquinaria comunicacional de Noboa, quien no solo se enfrenta a la oposición política, sino también a una crisis energética que, si logra resolver, podría catapultarlo a una victoria rotunda.

En cuanto al futuro electoral, considera que el escenario sigue siendo incierto, pero reafirma que el presidente, con su manejo del poder y los medios, se mantiene como un competidor formidable que sabe cómo mantener su posición y, quizás, consolidarse como el favorito.