El vinagre de manzana ha ganado popularidad como complemento dietético gracias a sus beneficios respaldados por la ciencia y la experiencia de quienes lo consumen regularmente. Este producto es reconocido por sus propiedades digestivas y metabólicas, como la regulación de la glucosa en sangre y la mejora de la salud cardiovascular.
La bioquímica Jessie Inchauspé, en una entrevista con Infobae, explicó que una cucharada diluida en agua antes de las comidas puede transformar la forma en que el cuerpo procesa los alimentos, ayudando a prevenir picos de glucosa que pueden afectar la salud.
El vinagre de manzana contiene ácido acético, flavonoides, vitaminas y minerales, lo que lo convierte en un suplemento natural eficaz. Entre sus beneficios más destacados están la mejora de la digestión, la regulación de los niveles de glucosa y la protección contra infecciones, gracias a sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Además, se recomienda optar por vinagre sin filtrar, que contiene la “madre del vinagre”, un conjunto de bacterias y levaduras esenciales para sus beneficios.
Tomar vinagre de manzana en ayunas es otra práctica que se ha popularizado por sus efectos positivos en la salud, incluyendo la regulación de la flora intestinal, la mejora de la digestión y la reducción del colesterol LDL. Sin embargo, Inchauspé advierte que se debe consumir con moderación, ya que cantidades excesivas pueden causar daño gástrico.
Para aprovechar sus beneficios, se recomienda tomar una cucharada diluida en agua aproximadamente 20 minutos antes de las comidas, lo que optimiza sus efectos sobre la glucosa y la digestión. No obstante, si se olvida hacerlo antes de comer, también se puede consumir hasta 20 minutos después con una menor eficacia.
En resumen, el vinagre de manzana, cuando se utiliza adecuadamente, puede ser un aliado en la mejora de la salud general y la regulación del metabolismo, convirtiéndose en una práctica saludable para muchos.
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