El Primer Encuentro Nacional de Mujeres Juristas, celebrado en la ciudad de Quito, se presentó como un espacio crucial para discutir los grandes desafíos que enfrenta la administración de justicia en Ecuador y la creciente crisis democrática que afecta al país.

Mujeres juristas de todo el territorio nacional se dieron cita para compartir propuestas, soluciones y reflexionar sobre el papel fundamental que juegan en la construcción de un sistema judicial más justo y equitativo.

Durante la inauguración del evento, se destacó la importancia de la presencia de mujeres en espacios de poder y toma de decisiones.

“Este es un momento crítico para el país, marcado por la corrupción y la penetración del narcotráfico en las instituciones judiciales”, señaló Anabella Guerrero, vicepresidenta del Colegio de Abogados de Pichincha.

Casos emblemáticos como los escándalos de Metástasis y CGA pusieron en evidencia la vulnerabilidad del sistema judicial ante el crimen organizado, una realidad que, según las expertas, debe ser erradicada con urgencia.

El encuentro también celebró el centenario del voto femenino en Ecuador, conmemorando los 100 años de la histórica participación política de las mujeres.

En este sentido, se rindió homenaje a figuras pioneras como Matilde Navarro, quien abrió el camino para las mujeres en el ámbito político y judicial del país.

“Recordar a las mujeres que nos antecedieron es nuestra obligación, y este encuentro simboliza la continuidad de su lucha”, señaló.

El evento no solo fue un espacio para el análisis de los problemas estructurales de la justicia en Ecuador, sino también un llamado a la acción para las mujeres juristas, quienes, unidas, buscan fortalecer el sistema judicial y recuperar la confianza de la ciudadanía.

Este primer encuentro no es solo un evento, sino un punto de partida para generar propuestas que puedan transformar la realidad del país y garantizar que los derechos fundamentales de todos los ciudadanos sean respetados en todo momento.

Las voces de estas mujeres continúan siendo esenciales para exigir un cambio profundo en el país y asegurar una administración de justicia que realmente sirva a la ciudadanía, sin corrupción ni infiltraciones criminales.