La crisis energética en Ecuador está costándole al país aproximadamente 12 millones de dólares por hora, según el analista económico Oswaldo Landázuri, quien califica la situación como una “catástrofe económica” que supera en impacto a los peores momentos de la pandemia.
Landázuri advirtió que el país enfrenta una multicrisis que combina la inseguridad, con los problemas fiscales y ahora las fallas energéticas, lo que genera un efecto devastador en la economía.
El analista destacó que sectores clave como el empleo, los ingresos y la inversión están siendo gravemente afectados. Por ejemplo, el desempleo en Quito subió del 8% al 9%, representando la pérdida de 10.000 puestos de trabajo en poco tiempo; no obstante, cree que la cifra podría quedarse corta porque se habla que del 5% de las nóminas de empresas están comprometidas.
A su criterio, la falta de luz también ha provocado que Ecuador sea menos atractivo para la inversión extranjera, que apenas alcanza los 48 millones de dólares, mientras que las exportaciones de materias primas también han registrado una caída significativa. “Nadie quiere voltear a mirar a un país donde no hay electricidad”, enfatizó Landázuri.
Para salir de la crisis, se necesitarían cerca de 16.000 millones de dólares para implementar un plan maestro de recuperación energética. A corto plazo, el experto sugiere concesionar algunos activos estatales, y en el mediano plazo, abordar temas como la rigidez del gasto corriente, las tasas de interés y una mayor flexibilidad laboral.
Landázuri considera que, tras los apagones, los ecuatorianos enfrentarán un período de recuperación más lento que el vivido tras la pandemia, lo que podría llevar a una crisis de confianza en el gasto y la inversión.
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