Las especias han sido parte de nuestra dieta por siglos: es común añadir pimienta a las papas fritas, beber té de jengibre o espolvorear canela en los postres. Sin embargo, en los últimos años algunas especias han ganado una reputación como “superalimentos” con poderes curativos. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esta creencia?
Un ejemplo claro es la cúrcuma, utilizada en Asia desde hace milenios y que se popularizó mundialmente con la “leche dorada”, una bebida a la que se le atribuyeron propiedades inmunoestimulantes durante la pandemia. Sin embargo, aunque se ha estudiado su componente activo, la curcumina, los investigadores señalan que sus beneficios para la salud pueden ser menores de lo que se cree debido a su baja biodisponibilidad.
Otro caso es el chile, ampliamente conocido por su componente activo, la capsaicina, que provoca una sensación de calor en el cuerpo al interactuar con receptores específicos. Estudios en Italia y China sugieren que el consumo frecuente de chile podría estar asociado a una menor mortalidad, principalmente por enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer. No obstante, los expertos destacan que el efecto podría depender de su consumo a largo plazo y en cantidades moderadas, por lo que no es una garantía de salud inmediata.
Beneficios y límites de las especias en la dieta
Según investigadores, el efecto protector de algunas especias podría deberse a su capacidad para mejorar perfiles metabólicos y reducir la inflamación. Aun así, el consumo moderado parece ser clave. Un estudio reveló que quienes ingerían más de 50 gramos de chile al día tenían un mayor riesgo de sufrir pérdida de memoria. Esto indica que el consumo excesivo también podría tener efectos negativos.
Por otra parte, la ciencia sugiere que los efectos de las especias pueden ser indirectos. Por ejemplo, en la dieta mediterránea, el chile se consume principalmente con verduras y legumbres, lo que podría explicar sus beneficios. Además, el uso de especias puede ayudar a reducir el consumo de sal, promoviendo una alimentación más saludable.
¿Superalimentos o mito?
Si bien el atractivo de las especias sigue creciendo en el mundo occidental, donde algunas personas las ven como alternativa a la medicina moderna, los expertos advierten que los beneficios deben tomarse con cautela. Aunque añadir especias como el jengibre, la cúrcuma y el chile en la dieta puede ser beneficioso, depender de ellas como cura o prevención de enfermedades podría ser poco realista. En resumen, las especias pueden ser un buen complemento para una dieta equilibrada, pero sin expectativas milagrosas.
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