Nadie quería el puesto de Kamala 

Nov 12, 2024

Diego Torres Hadathy 

Corresponsal en Estados Unidos| 

Nadie protestó cuando Kamala Harris fue nominada para reemplazar al presidente Joe Biden en la contienda contra Donald Trump. Tampoco pidieron una revisión de la decisión, ni una elección interna. Varios gobernadores, senadores y personalidades del gobierno demócrata como Hillary Clinton o Nancy Pelosi estuvieron entre los posibles reemplazantes, pero nadie tuvo una opinión contraria. 

Entonces Harris tomaba el lugar de un candidato que había sido rechazado por su propio partido, humillado por sus coidearios en los medios de comunicación y en redes sociales, amenazado por los financistas con retirar su dinero y obligado por los dirigentes demócratas y estrellas de Hollywood a dejar su candidatura debido a sus malas condiciones mentales y físicas. 

Es decir, Kamala o cualquiera que hubiera aceptado el papel se hacía cargo de un desastre. La vicepresidenta era la figura más cercana al gobierno. Había sido parte de los aciertos y errores de la administración Biden durante los últimos cuatro años y estaba muy identificada con él. Al parecer no era necesario nombrar a alguien más. 

Hace pocos días Nancy Pelosi -ex presidenta de la Cámara de Representantes- culpó a Biden de la derrota de la candidata demócrata y dijo a la cadena de noticias ABC News, que su demora en renunciar impidió una elección interna abierta para nominar al rival de Trump.  

Muy tarde. La paliza fue tremenda. Trump ganó en 31 de los 50 estados con más de 4 millones de votos. Alcanzó 312 votos electorales (con 270 ya era presidente) contra 226 de Harris. En el Senado consiguió 52 escaños contra 46 de los demócratas; en la Cámara de Representantes 213 contra 205 y 27 gobernadores contra 23 de sus oponentes. 

Analistas consideran la elección del magnate como uno de los triunfos políticos más importantes de la historia de este país. Ocho años después de su primera presidencia y de su derrota en 2020 vuelve a la Casa Blanca más fuerte que nunca. Afrontó una acusación luego de que sus seguidores atacaran el Capitolio y una condena por 34 casos de delitos graves, que lo convirtió en el primer presidente de Estados Unidos que ha sido encontrado culpable en un caso de esa naturaleza.  

Del otro lado, la destacada abogada, que fue una valiente y poderosa Fiscal General y será Vicepresidenta hasta enero es ahora blanco de todos los ataques. Con el paso de los días las fisuras van creciendo, los demócratas se acusan de no haber sintonizado con la mayoría de la población, de que su política migratoria fue débil, de que no se ocuparon de los jóvenes y los hispanos. Les costará recuperarse, mucho más ahora que están enojados y se dicen las verdades. (DTH) 



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