Patricio Andrade, consultor energético con amplia experiencia internacional, tiene claro por dónde empezar para enfrentar la crisis energética que atraviesa el país.
Lo primero, afirma, es conformar una fuerza de tarea para abordar los dos problemas principales: el estiaje en las centrales hidroeléctricas y la generación de energía térmica mediante gas natural.
“Es algo que se puede hacer. Claro que costará dinero, pero peor es no hacerlo”, sentenció.
Andrade considera que en 18 meses podría tenerse una estimación de los costos de las obras, los cuales podrían financiarse con fondos verdes de Europa o Alemania. “Chile lo hizo en la época de Michelle Bachelet. Los alemanes estuvieron dos años en el país y le entregaron un plan completo, sin que le costara un centavo a Chile”.
El experto sugirió al presidente Daniel Noboa seguir un camino similar y solicitar al gobierno alemán apoyo para resolver el problema energético.
La construcción de estos proyectos, estima, tomaría entre tres y cuatro años.
Plantas hidroeléctricas reversibles
Andrade dijo haber revisado los planes energéticos de Ecuador desde los años 70, y en ninguno encontró propuestas o menciones sobre centrales hidroeléctricas reversibles como solución al estiaje.
Para el experto, la solución a la crisis energética radica en construir una gran central térmica alimentada con gas natural, que podría generar entre 2.500 y 3.000 MW. Esta planta podría ser construida en módulos, con unidades de 300 o 500 MW, asegurando así una disponibilidad constante de energía.
Inicialmente se podría importar gas licuado, pero también se puede considerar una estrategia paralela: gasificar combustibles fósiles. Andrade menciona que la gasificación de petróleo extrapesado fue evaluada en PDVSA en los años 90, y se demostró rentable.
Una planta en Bajo Alto, El Oro
A corto plazo, Andrade recomendó reactivar la Planta de Licuefacción de Gas de Bajo Alto, ubicada en el cantón El Guabo, comunidad de Bajo Alto, en la provincia de El Oro.
Recordó que hubo una propuesta de una empresa estadounidense para instalar una capacidad de 440 MW en esa planta, utilizando gas natural.
Sin embargo, el experto advirtió que Bajo Alto ha presentado hundimientos de hasta 70 cm debido a problemas de asentamiento en el terreno sobre el que fue construida.
Siempre se apostó por el combustible más caro
No tiene sentido optar por el diésel. Lamentablemente, desde la época de la Empresa Eléctrica Emelec (General Electric) en Guayaquil, se ha priorizado el uso de diésel. Esta elección del combustible más costoso lleva más de 50 años. Apostar siempre por el combustible más caro es, sencillamente, un sinsentido.
“A mí, en la universidad, me enseñaron que debía comenzar por el combustible más barato; aquí en el país se hizo todo lo contrario”, expresó Andrade.
Una cosa es el papel, otra la realidad
Al ser consultado sobre las predicciones del presidente de que para 2025-2026 se solucionará la demanda energética, Patricio Andrade respondió que confía más en un estudio de ingeniería que permita asegurar la factibilidad de esa meta. “Si se lanza la flecha en todas direcciones, es posible que nunca se acierte en el blanco; en cambio, con la ingeniería, siempre se da en el blanco”, afirmó.
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