El profesor Edgar Palacios

Oct 31, 2024

Por Kléver Antonio Bravo

Como la hora ambateña. El concierto Palacios, Trompetas y Corazones, empezó a las seis en punto de tarde del pasado miércoles 23 de octubre. La primera canción fue Apamuy shungo, traigo mi corazón; luego vino una veintena de canciones nacionales entre pasillos, albazos, pasacalles y un vals ecuatoriano, completando el programa con tres canciones de la antología latinoamericana. No podía faltar en el cierre El Chulla quiteño, canción que nos hizo levantar de las butacas del teatro Capitol, despidiendo a los artistas para salir bailando y aplaudiendo en señal de gratitud.

La orquesta dejó en el público un sentimiento de nostalgia y alegría, sobre todo de alegría, por las bellas canciones entonadas por diez músicos jóvenes de gran nivel profesional junto al violonchelo, el violín, la flauta, el sintetizador, el bajo, la guitarra, la batería y dos trompetas. Dos trompetas que llevaron el debut principal a cargo del profesor Edgar Palacios y su hijo, Lenin. Realmente fue un programa de encuentro con nuestra música, nuestros autores y compositores. Pues fue un evento artístico en el cual volvió a brillar el afamado trompetista lojano de 84 años de edad, por su dominio musical, su vocación por el arte; pero, sobre todo, por su sencillez y su calidad humana.

Y es que mencionar al profesor Edgar Palacios, es reconocer a un músico de formación internacional. Cuando jovencito, viajó a Rumania en plena Guerra Fría, donde permaneció cinco años especializándose en trompeta, en el Conservatorio Ciprian Porumbescu, bajo un régimen de selección permanente ya que, para el sistema socialista de aquel entonces, este arte exigía la máxima perfección, además de que, el profesor lojano, compartió escenario con los mejores músicos de la época, asunto que le llevó a sonadas presentaciones en el canal de televisión de mayor sintonía en el país de Europa del Este.

Empero lo más grato de su historia está en su retorno a Ecuador, en 1967, tiempo en el cual aplicó su talento musical en la formación de nuevos artistas en los diversos instrumentos y en diferentes provincias. La gestión de renombre fue la Banda Juvenil de Pichincha y el Conservatorio Nacional de Música de Quito, donde llevó el esfuerzo principal en la formación de músicos jóvenes, junto con el insigne profesor, pianista y director de orquesta, don Gerardo Guevara Viteri.

En su paso por la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, organizó el Archivo Nacional de Música y el Conjunto de Cámara. Su aporte también estuvo presente en el género de la música marcial, cuando fue director de la Banda Unificada de las Fuerzas Armadas, reparto conformado por cientos de músicos militares que ponían el ritmo de la marcha en los desfiles del 9 de Octubre, del 3 de Noviembre y de vez en cuando en el desfile del 24 de Mayo, en la avenida de Los Shyris, cuando había tribuna.

Uno de los mayores reconocimientos por parte del Estado ecuatoriano, ha sido el Premio Eugenio Espejo, en el año 2006, por su contribución al patrimonio nacional. Para esa fecha, ya había compuesto 150 canciones, entre himnos, marchas y otras composiciones musicales de toque nacional. Hasta hoy, cuenta con un récord de participación en 2 000 conciertos, especialmente con sus dos orquestas conformadas por niños y adolescentes pertenecientes al Sistema Nacional de Música para Niños Especiales, Sinamune.

Profesor Edgar Palacios, Dios le pague. Usted y su trompeta son parte viva de nuestra historia, esa historia que muy pocos la escriben.



0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



Te puede interesar


Suscríbete a nuestro boletín



Lo último