La importancia crítica de la primera infancia en el desarrollo humano y el potencial futuro de un país tiene que ver con la economía global. En Ecuador, uno de cada cuatro niños enfrenta desventajas en el desarrollo neurológico debido a problemas como desnutrición, falta de estimulación temprana y entornos adversos. Este tipo de contextos limita las conexiones neuronales que son esenciales para el aprendizaje, la salud mental y el éxito a largo plazo.

La primera infancia es un período de desarrollo intenso en el que el cerebro forma conexiones a una velocidad impresionante. Estas conexiones son moldeadas en gran medida por la calidad de las experiencias que el niño vive y el entorno en el que crece. Factores como el estrés tóxico causado por violencia o negligencia pueden interferir con el desarrollo neuronal y provocar retrasos en el aprendizaje, mientras que la falta de acceso a servicios básicos y a una atención adecuada de salud y nutrición aumenta estos riesgos.

Las estadísticas de mortalidad infantil han crecido y el acceso limitado a servicios esenciales, como la vacunación y la educación inicial, reflejan las deficiencias del sistema. La alta tasa de desnutrición infantil y las tasas de maltrato físico y psicológico resaltan la urgente necesidad de políticas y programas más efectivos para proteger a los niños y promover su bienestar.

La evidencia sugiere que invertir en programas de desarrollo infantil temprano no solo beneficia a los niños directamente, sino que también tiene un impacto positivo en la economía a largo plazo. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cada dólar invertido en el desarrollo temprano puede generar un retorno de entre USD 6 y USD 17, lo que aumenta las oportunidades de movilidad social y la reducción de la pobreza.

Ecuador, como otros países de la región, podría beneficiarse de implementar políticas y leyes específicas de apoyo a la primera infancia, como lo han hecho países vecinos. Esto incluiría la universalización de la salud materno-infantil, un aumento en la cobertura de programas de educación inicial y la provisión de servicios de cuidado infantil. Estas intervenciones podrían tener un efecto transformador en la vida de los niños si además se alcanzan acuerdos para adaptar los servicios de cuidado infantil a los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas. En la Amazonía los niños se desnutren por agua contaminada debido a explotación petrolera y minera.