Crisis en hidroeléctrica de Mazar: Niveles de agua son peligrosamente bajos

Oct 25, 2024

La situación en el complejo hidroeléctrico Paute se torna crítica, según un informe de Ecuavisa tras su visita a las tres centrales que lo conforman. La ausencia de lluvias ha agravado el panorama, con niveles de agua descendiendo a niveles alarmantes.

En la central Mazar, el nivel de agua se encuentra a solo un metro de colapsar, lo que podría tener un impacto severo en el suministro de energía del país.

El día comenzó con cielos despejados en la zona del complejo hidroeléctrico, lo cual representa una mala señal. La falta de lluvias significa que el caudal del río Paute sigue disminuyendo; mientras que el flujo óptimo es de 141 metros cúbicos por segundo, este jueves apenas se alcanzaron los 26 m³/s, una cifra alarmante que refleja la gravedad de la sequía que atraviesa la región.

Ecuavisa observó que el nivel del agua debería estar alcanzando una zona donde comienza la vegetación, pero esto no ha ocurrido. En Mazar, el nivel mínimo de operación se sitúa en 2,115 metros sobre el nivel del mar, pero este jueves se registró apenas en 2,111 metros. Si el nivel desciende solo un metro más, se perdería una de las dos turbinas de la central, según advirtió el Operador Nacional de Electricidad (Cenace).



La crítica situación en Mazar tiene un efecto dominó en Paute Molino, ubicada a 30 kilómetros de distancia. Esta central se alimenta del agua proveniente de Mazar, y su embalse, la represa Daniel Palacios, está a solo cuatro metros del nivel mínimo requerido para operar. Como resultado, Paute Molino solo está generando la mitad de su capacidad, que es de 1.100 megavatios.

Los problemas también se extienden a Sopladora, la central más alejada, que necesita el caudal de Paute Molino para funcionar. Actualmente, solo recibe 60 m³/s de los 150 m³/s necesarios, y su cota está a dos metros de su nivel mínimo, limitando aún más su operación.

A pesar del agotamiento de las reservas de agua y de los riesgos evidentes, el Gobierno ha mantenido en funcionamiento tanto Paute Molino como Sopladora sin interrupción desde el 15 de octubre. La pregunta que queda en el aire es: ¿por cuánto tiempo más podrán sostener estas operaciones antes de que el sistema colapse?

Mientras la crisis continúa, la incertidumbre sobre la capacidad de producción eléctrica del país se incrementa, dejando a la población en vilo sobre el futuro de la energía en Ecuador.



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