Walter V. B., quien fuera el párroco de la iglesia matriz de Alausí, en Chimborazo, está en la mira de la justicia por un delito que sacude al mundo eclesiástico: abuso de confianza. La Fiscalía General del Estado lo acusa de haber tomado la audaz decisión de restaurar y modificar una Custodia del siglo XIX, considerada un bien patrimonial, sin contar con los permisos correspondientes.

El sacerdote habría aprovechado su posición en abril de 2019 para enviar la histórica Custodia a restaurar en Quito. Lo que regresó, sin embargo, no fue lo que se esperaba. El objeto, antes de plata con piedras preciosas, reapareció hecho de bronce, hierro y con piedras acrílicas, y para colmo, con una diferencia de 4 cm en altura respecto al original, según la Fiscalía.

Este objeto, registrado como patrimonio por la Sociedad Ecuatoriana de Patrimonio Religioso y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, se considera de gran valor espiritual e histórico. La restauración, que nunca fue autorizada ni por la Dirección de Patrimonio Municipal ni por la Diócesis de Riobamba, ha dejado a muchos sorprendidos y molestos.

El juez de la Unidad Judicial Multicompetente del cantón ratificó las medidas cautelares para el expárroco, quien ahora deberá presentarse periódicamente ante las autoridades y tiene prohibida la salida del país mientras avanza el proceso judicial. La restauración de la Custodia ha sido descrita como un daño irreversible a un tesoro patrimonial, un hecho que la Fiscalía ha tomado con seriedad.

El proceso sigue su curso, y Walter V. B. se enfrenta a una posible pena de prisión de uno a tres años si es declarado culpable de abuso de confianza, según lo estipulado en el Código Orgánico Integral Penal (COIP).