¿Qué tienen en común las sangrientas ejecuciones y bombardeos en medio oriente y los ajusticiamientos y crímenes en Durán? La agresividad, la depredación, el sadismo y la venganza.
Otra pregunta de perogrullo es: ¿Por qué desaparecen la empatía, el autocontrol, los valores morales y la razón? Evidentemente en la profundidad de las interconexiones cerebrales de los humanos, producto de la evolución existen ambas condiciones, explica José Antonio Marina en Biografía de la inhumanidad.
Mientras la empatía, la solidaridad y la justicia, nos han permitido construir la sociedad actual con todos los avances de la ciencia, la tecnología, la innovación, el arte, la política, instituciones sociales y religiones; agresiones masivas, guerras, crueldades y exterminios cada determinado tiempo irrumpen esa armonía, una visión de la cultura, la historia y la psico-biología evolutiva nos permite concluir que los dos aspectos se encuentran en cada uno de los seres humanos.
La lucha entre sentimientos de compasión y solidaridad representados en instituciones de cooperación pacífica, frente a momentos “regresivos” de atrocidad. Quienes defienden valores morales son transformadas en salvajes asesinos, depredadores y violadores, en nombre de la defensa de su grupo y bajo pseudo-líderes al calor de ideologías y creencias destructivas.
La realidad virtual con mensajes cortos llegan a centros emocionales de ira, venganza y crueldad, más la drogadicción real y como camino de enriquecimiento, la mesa está servida para la agresión y la atrocidad.
Cada persona somos fruto del grupo social en que nacemos y nos desarrollamos; en nuestra esencia tenemos estos dos aspectos a ser desarrollados: compasión y solidaridad por un lado, ira y crueldad por otro; el primero se muestra en la atención directa al recién nacido necesitado de cuidados y amor, mientras el segundo en competencias a todo nivel; ambas reguladas por costumbres y leyes, mitos y evidencias, que rigen y programan la vida en un entorno transformado para el bienestar común, siempre con solidaridad y afecto.
Existen circunstancias y fenómenos que alteran estas sensaciones primarias y disparan el miedo, la ira y la crueldad, si cruzan un umbral no existe vuelta atrás, generando caos, destrucción y muerte. Esas circunstancias derivan de falsas creencias, falsos líderes, tecnologías mal usadas, abusos de poder y sobre todo pretensiones de superioridad de un grupo humano sobre otro. ¡Solo la educación nos salvará!
Felicitaciones Dr. Ney por este claro y muy interesante artículo, fruto de una profunda reflexión sobre las raíces de la deshumanización de la sociedad que estamos viviendo, trabajo que debería ser ampliamente difundido.
Le mando un gran abrazo.