Este lunes comenzó la segunda semana de bloqueos en varias rutas de Bolivia, impulsados por organizaciones sociales afines a Evo Morales, en respaldo a su líder, quien enfrenta una posible aprehensión por parte de la Fiscalía. Morales es investigado por presunto estupro y trata de personas, tras ser acusado de embarazar a una adolescente en 2016, mientras era presidente.

Los bloqueos, que iniciaron con cuatro puntos la semana pasada, se han extendido a 15, según la Administradora Boliviana de Caminos. La mayoría se concentra en la región cocalera del Trópico de Cochabamba, pero también afectan rutas clave hacia Oruro, Potosí y Santa Cruz. El corte de carreteras ha generado escasez de combustible, lo que ha llevado a algunas ciudades a implementar jornadas laborales continuas durante tres días.

La protesta no solo exige el respaldo a Morales, sino también la validación de un congreso sindical que lo proclamó como candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) para las elecciones de 2025, pese a que estas decisiones no corresponden al Ejecutivo. Paralelamente, las demandas han escalado, con dirigentes sociales y políticos presionando al presidente Luis Arce para que adelante las elecciones o renuncie.

“El Gobierno no atiende las necesidades del pueblo, solo se aprovecha de los últimos recursos del Estado”, declaró el diputado Gualberto Arispe. En respuesta, el dirigente campesino Ponciano Colque anunció que ya no habrá más diálogo con el Ejecutivo: “Luis Arce deberá convocar a elecciones o dejar la presidencia”.

El bloqueo de rutas también ha interrumpido la distribución de alimentos y combustible, provocando alza de precios y escasez en diversas regiones. Aunque el Gobierno intervino algunos puntos de bloqueo la semana pasada, estos fueron retomados rápidamente por los manifestantes, quienes aseguran que mantendrán las medidas de presión hasta lograr su objetivo.

Hasta el momento, el Ejecutivo no ha emitido declaraciones sobre los pedidos de elecciones adelantadas. Sin embargo, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, señaló que la protesta tiene motivaciones políticas y busca defender una candidatura inconstitucional, en alusión a la pugna entre Morales y Arce por el liderazgo del MAS y el escenario electoral de 2025.