Vamos siete años escuchando el discurso de que NO HAY PRUEBAS para demostrar las sentencias que la Justicia ecuatoriana emitió contra varios funcionarios del Gobierno de la Revolución Ciudadana, encabezados por la de Rafael Correa Delgado, expresidente del Ecuador y desde hace rato, prófugo.
Y era un discurso que generaba dudas, inquietudes, sospechas. Fue un discurso tan convincente, utilizando lenguajes directo, empezando por aquel que Correa sostiene de manera tan segura: “Si me demuestran que me he robado 20 centavos, me pego un tiro”; después han continuado con sus posteos en redes sociales, con un lema vendedor: #LosCorruptosSiempreFueronEllos. Manipularon el término jurídico de “influjo psíquico”, haciendo creer cosas que no son. Tal vez, utilizaron de forma errónea esa vieja frase del Ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbles: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Esa mentira, que la repitieron durante siete años, tuvo un fuerte poder de convencimiento, quizá solo así se explica que el correísmo no ha bajado de una tercera parte de votos en las elecciones. Vendieron ese discurso y lo hicieron muy bien, ellos han insistido en que fueron sentencias por odio político.
Pero ese discurso llegó a su final. A inicios de octubre, un día histórico para el Ecuador, puso fin a cualquier argumento de inocencia de los muchos actos de corrupción que hubo en el Gobierno de Rafael Correa Delgado, luego de 11 años y medio que, la ASAMBLEA NACIONAL, encabezada por Gabriela Rivadeneira, condecoraba al entonces, contralor General del Estado, Carlos Pólit, la justicia de Estados Unidos le sentenció a 10 años de prisión, porque abusó de sus altas funciones para eliminar MULTAS – GLOSAS en dos temas en particular: Construcción de Centrales eléctricas y en el manejo de Seguros. Esta sentencia fruto del juicio que se hizo íntegramente en EE.UU., por jueces gringos y leyes norteamericanas, donde se lo acusa de obtener beneficios para su actividad criminal.
Carlos Pólit, que fue funcionario de alto nivel en el Gobierno de Lucio Gutiérrez, llegó a la Contraloría después que el Congreso Nacional, hoy llamada Asamblea Nacional, le puso en el primer lugar de la terna de elegibles para que el presidente Rafael Correa lo elija a inicio de su período en enero 2007, como su primer contralor. Posteriormente, la Asamblea de Montecristi, asamblea omnipotente, a finales de diciembre del 2007 lo ratificó en su cargo y es así como Carlos Pólit fue el contralor durante los 10 años, reelecto las veces que fueron necesarias por una Asamblea sumisa al poder Ejecutivo.
En 2017, ya sin Rafael Correa en el poder, y reelecto para su cargo por cinco años más, hasta el 2022, huyó de Ecuador y comenzó la defensa acérrima por parte de la Revolución Ciudadana a su funcional Contralor, hasta Rafael Correa anunció una colecta para ayudarle económicamente, mientras duraba todo su juicio. Pólit incluso pagó una cuantiosa fianza en EE.UU. Muchas preguntas quedan flotando
¿Cuánto recibió por coimas Pólit? ¿Cuáles obras no tenían informe favorable y Pólit pasó por alto? ¿A cuánto asciende la fortuna de Pólit en el extranjero? ¿De las hidroeléctricas construidas en el correísmo, cuáles tuvieron fallas estructurales y que hoy no se las puede utilizar al 100%?
Sudamérica y las cumbres mundiales
Por Francisco Trejo
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