Los caudales de los ríos de Cuenca están a punto de alcanzar un estado crítico debido a la falta de lluvias continuas. Estos ríos son fundamentales, ya que aportan más del 50% del agua al complejo hidroeléctrico Paute, que suministra el 38% de la demanda nacional de energía.

La última precipitación significativa en la zona ocurrió el pasado jueves 10 de octubre de 2024, y según el pronóstico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), no se esperan lluvias en las próximas horas.

Los ríos Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara registraron caudales de menos de 1.60 metros cúbicos por segundo hasta el lunes 14 de octubre.

La región enfrenta una sequía hidrológica que ya lleva 94 días y podría prolongarse ante los pronósticos climáticos desfavorables.

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Las precipitaciones más significativas se reportaron hace cinco días, y para este martes 15 de octubre, el Inamhi anticipa un día soleado con temperaturas de hasta 23°C.

Esta situación ha generado gran preocupación por la crisis energética, que ha llevado a cortes de luz de hasta 10 horas a nivel nacional.

Los ríos son cruciales para el funcionamiento de las hidroeléctricas Mazar, Molino y Sopladora, que dependen de la reserva hídrica para operar eficientemente.

Además, la crítica disminución en los caudales de los ríos podría tener repercusiones en la distribución de agua potable en Cuenca, afectando la vida diaria de sus habitantes. Es esencial que se tomen medidas urgentes para abordar esta crisis hídrica y energética.