Los adolescentes argentinos podrán participar en el mercado de capitales a partir de los 13 años, según una nueva resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV) publicada en el Boletín Oficial. Desde este martes, los menores de edad tienen la posibilidad de comprar y vender acciones, bonos y otros instrumentos financieros, siempre que cuenten con autorización de sus padres.

La CNV justificó la medida como parte de un esfuerzo por “promover el acceso de los jóvenes al sistema financiero” e “impulsar la educación financiera desde edades tempranas”. La vicepresidenta de la CNV, Patricia Boedo, defendió la resolución asegurando que se adapta a la realidad actual, donde los adolescentes ya manejan sus finanzas a través de billeteras virtuales. “Es una necesidad de los jóvenes conocer el manejo del mercado de capitales. ¿Y qué mejor que hacerlo desde una edad temprana?”, expresó durante un evento en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Sin embargo, la iniciativa ha generado reacciones encontradas. Mientras que las firmas de inversión celebran la ampliación de su clientela, psicólogos y expertos en ludopatía advierten sobre los peligros de exponer a menores a un entorno que podría fomentar comportamientos adictivos. “La medida los invita a especular desde muy pequeños”, opina Lucía Fainboim, directora de la consultora Bienestar Digital, quien argumenta que la iniciativa podría alentar a los adolescentes a buscar ganancias rápidas sin valorar el esfuerzo del trabajo.

La crisis económica en Argentina, con más de la mitad de la población sumida en la pobreza, agrava la situación, señalan los especialistas. Débora Blanca, psicóloga especializada en ludopatía, advierte que muchos jóvenes entre 13 y 19 años ya llegan a las consultas por deudas acumuladas en sitios de apuestas online. “Con chicos preocupados por cómo ganar dinero de inmediato, ahora les abren otra puerta peligrosa: el mercado de valores”, señala.

Controles insuficientes y desafíos para las familias

El acceso al mercado bursátil estará sujeto a la aprobación paterna, pero esto no ha sido suficiente para calmar las críticas. Hace apenas dos meses, la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires solicitó al Banco Central que estableciera controles más estrictos para las cuentas bancarias de menores de edad, sin éxito. En el ámbito educativo, el alcalde de Buenos Aires, Jorge Macri, ha anunciado que se implementarán programas de educación financiera en las escuelas secundarias de la ciudad a partir de 2025, en un intento por preparar a los adolescentes para enfrentar este nuevo escenario.

El fundador de Cocos Capital, Ariel Sbdar, celebró la noticia como un paso hacia la inclusión financiera de los jóvenes: “Desde los 13 años se va a poder abrir una cuenta en Cocos Capital para comprar bonos argentinos sin pagar comisiones. Vamos a redoblar esfuerzos en educación financiera para menores. ¡Gran noticia para Argentina!”, escribió en la red social X (antes Twitter).

No obstante, para los expertos en psicología, la medida podría tener efectos adversos en una generación ya afectada por la precariedad económica. “Un adolescente de 13 años carece del desarrollo necesario para tomar decisiones financieras como un adulto, le faltan capacidades reflexivas y control de impulsos”, subraya Fainboim. Ante este panorama, recomiendan que los padres acompañen de cerca cualquier actividad financiera de sus hijos, recordando que “por algo está prohibido el trabajo infantil e ir al casino”.