A pesar de las lluvias registradas desde finales de septiembre, los ríos de Cuenca continúan con niveles de caudal alarmantemente bajos. La Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental (Etapa) confirmó este lunes 7 de octubre de 2024 que la ciudad sigue enfrentando una sequía hidrológica, que ya se ha extendido por 88 días.

Los ríos Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara, fuentes principales de agua para la ciudad, no muestran una recuperación significativa a pesar de las lluvias recientes. Los caudales reportados son:

• Río Tomebamba: 1,94 m³/s.
• Río Yanuncay: 1,54 m³/s.
• Río Tarqui: 1,71 m³/s.
• Río Machángara: 1,59 m³/s.

Según Rigoberto Guerrero, encargado de la Red Hidrometeorológica de Etapa, las precipitaciones no han sido suficientes para revertir los efectos de la sequía. A pesar de que el río Tomebamba registró lluvias superiores a los 10 milímetros en el área de recarga hídrica, se requiere un aporte constante durante 10 a 15 días para normalizar los niveles de los ríos.

Si bien la represa Mazar, que abastece el sistema hidroeléctrico del río Paute, ha mostrado un leve incremento en su nivel (cerca de un metro y medio en los últimos días de septiembre), este no es suficiente para asegurar una recuperación total. Los ríos de Cuenca juegan un papel clave en la provisión de agua a las centrales Paute-Molino, Mazar y Sopladora, que se han visto afectadas por el estiaje prolongado, limitando la capacidad energética de la región.

Según Etapa, la sequía actual es una de las más severas en la historia reciente de Cuenca, y la situación solo se revertirá con un período prolongado de lluvias intensas. “Para lograr que los caudales de los ríos retornen a sus niveles habituales, se necesitan lluvias que superen los 10 milímetros de precipitación diaria durante al menos dos semanas”, explicó Guerrero.

Mientras tanto, se mantendrán las medidas de ahorro de agua y monitoreo constante de los caudales de los ríos. Las autoridades han instado a la ciudadanía a usar el agua de manera responsable, ante un panorama de sequía que podría extenderse hasta finales de este año si las lluvias no mejoran considerablemente.