La producción petrolera de Ecuador sigue por debajo de su promedio histórico de 500.000 barriles por día, debido principalmente al cierre del campo ITT y a la sequía que afecta al río Napo. Antonio Goncalves, ministro de Energía y Minas, señaló durante el Encuentro Anual de Energía y Petróleo (Enaep) que estos factores han sido determinantes para la caída en la producción. Desde el 28 de agosto de 2024, se han cerrado entre 4 y 5 pozos en el ITT, y la falta de agua en el Napo ha complicado el transporte de insumos hacia los campos petroleros.

A estas dificultades se suma la falta de inversión significativa en el sector. Para contrarrestar esta situación, el gobierno de Daniel Noboa ha presentado un portafolio de cinco proyectos clave con el objetivo de reactivar la producción petrolera en el país.

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1. Bloques 16 y 67: Se espera una inversión de $300 millones para incrementar la producción de 10.400 barriles por día a 30.400. La firma del contrato está prevista para octubre de 2024 y tendrá una duración de 15 años.
2. Bloques de optimización y exploración: Con una inversión esperada de $8.000 millones y un contrato a 24 años, se espera aumentar la producción de estos bloques de 20.000 barriles diarios a 62.000 barriles.
3. Bloque Amistad: La inversión proyectada es de $1.200 millones. Actualmente, el bloque produce 21 millones de metros cúbicos de gas, pero el objetivo es llegar a 88 millones. Se planea firmar un contrato a 24 años.
4. Bloques Offshore: Con $12.000 millones de inversión esperada, estos bloques en la costa ecuatoriana, aún sin explotar, podrían generar 330.000 barriles de gas diarios. La adjudicación de los contratos se estima para el primer trimestre de 2026.
5. Bloque Suroriente: Este bloque, sin producción actual, tiene un gran potencial. Sin embargo, existen conflictos con las comunidades locales. El gobierno busca una inversión de $20.000 millones y un contrato a 24 años.

Estos proyectos buscan no solo incrementar la producción de petróleo y gas, sino también generar empleo y reducir la emisión de CO2 a través de la autogeneración eléctrica y la captura de gas. Todos los contratos se realizarán bajo el modelo de participación.