Esta semana ha sido particularmente difícil para Quito y aunque invisibilizado también lo ha sido para otras ciudades del país, entre ellas Vilcabamba, Cuenca, Guayaquil a causa de los incendios forestales que han consumido centenares de hectáreas de bosque nativo, afectado a viviendas, animales y familias.
Nuestros ojos y corazón están en Quito, particularmente ha sido mi segundo hogar desde hace algunos años. Ver las imágenes del fuego en el Guápulo ha sido desolador. Quito siempre nos ha regalado hermosos atardeceres en medio de sus montañas, esta vez el cielo naranja era producto de llamaradas y de humo asfixiante.
Sin embargo, en medio del dolor ha sido reconfortante ver a las autoridades nacionales y locales trabajar unidas cómo un solo puño. El Alcalde de Quito, Pabel Muñoz lideró la respuesta de las unidades de emergencia, brindó información actualizada hasta altas horas de la noche/madrugada, por su parte la Ministra de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Inés Manzano, quien preside el COE, no sólo ha tomado decisiones estratégicas -difíciles- sino también ha movilizado a su equipo cercano de Guardaparques. Seguramente para muchos lectores, estas acciones son obvias; no obstante, desde la administración pública con el marco jurídico actual , mover un clavo es complejo por la serie de candados que tiene disponer de gasto corriente y sin olvidar que el Estado desde hace algunos años atraviesa un debilitamiento de servicios sociales.
En esta crisis forestal que de conformidad con las declaraciones de las autoridades han sido provocados y se encuentran en investigaciones en la Fiscalía General del Estado, las mujeres han estado en primera línea, desde dos dimensiones, la primera en calidad de afectadas directas, se conoce que una bebe de 11 meses registró quemaduras al igual que otra abuelita que tuvo quemaduras de segundo grado. De acuerdo con varios organismos internacionales, entre ellos ONU Hábitat, “las mujeres y los niños tienen 14 veces más probabilidades de morir por un desastre (natural) que los hombres”
La segunda dimensión es por el liderazgo que han tenido las mujeres en esta crisis, entre ellas, la Ministra María Jose Pinto, de la Secretaria Técnica Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil, estuvo desde el primer momento en una de las principales zonas afectadas, evaluó el estado de salud de los beneficiarios directos de su cartera de Estado: niñas y niños. Coordinó con el Ministerio de Salud, abrazó, dio consuelo a muchas madres y abuelitas, compró pañales para un bebé. Las autoridades nacionales y locales actuaron desde la empatía.
Finalmente, un profundo gracias a los héroes y heroínas de esta difícil jornada, Cuerpo de Bomberos de todo el país.
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