En un ataque sin precedentes, miles de personas resultaron heridas en Líbano tras una serie de explosiones casi simultáneas en todo el país. Los dispositivos afectados fueron aparatos buscapersonas, conocidos localmente como beepers o pagers, que se utilizan para la comunicación entre miembros del grupo armado Hezbolá.
El Ministerio de Salud libanés informó que al menos 12 personas, incluidos dos niños, perdieron la vida, mientras que aproximadamente 2.750 resultaron heridas, 200 de ellas en estado grave. Las explosiones comenzaron el martes por la tarde en el sur de Beirut y otras áreas del país, causando una gran cantidad de heridos con lesiones principalmente en las manos y el rostro.
Hezbolá y el gobierno libanés han acusado a Israel de ser el responsable del ataque, alegando que se trató de una operación para infiltrar material explosivo en los beepers que Hezbolá había importado recientemente. Las autoridades israelíes, hasta el momento, no han emitido comentarios sobre las acusaciones.
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El New York Times reporta que, según funcionarios de varios países, Israel habría implantado entre 28 y 57 gramos de material explosivo en cada buscapersonas, junto con un interruptor que podía ser activado remotamente. Esta información sugiere un ataque altamente sofisticado y sin precedentes en la cadena de suministro de hardware, que normalmente no es tan vulnerable a manipulación como el software.
Las explosiones han causado un gran impacto tanto en la capacidad operativa de Hezbolá como en la moral del grupo, que dependía en gran medida de estos dispositivos para evitar la vigilancia de inteligencia israelí. El ataque ha sido descrito como uno de los más extensos de su tipo en la historia.
A pesar de las tensiones y los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel en los últimos meses, ambos lados han intentado evitar una escalada mayor. Sin embargo, la magnitud del ataque y las demandas de represalias de los seguidores de Hezbolá podrían aumentar el riesgo de una guerra a gran escala.
La ONU calificó los eventos como “extremadamente preocupantes”, dado el contexto volátil en el que se han producido. Se teme que la situación pueda empeorar si Hezbolá decide tomar represalias significativas.
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