El 16 de septiembre de 2024, la Guardia Costera de Estados Unidos reveló que uno de los últimos mensajes enviados desde el sumergible Titán, antes de su trágica implosión en 2023, fue: “Todo bien por aquí”. La comunicación se produjo durante una expedición a los restos del Titanic, en el fondo del océano Atlántico.

La Junta de Investigación Marina inició una audiencia de dos semanas para revisar el accidente ocurrido el 18 de junio de 2023, en el que murieron las cinco personas a bordo, incluido el CEO de OceanGate, Stockton Rush.

El sumergible Titán envió mensajes de texto al buque de apoyo Polar Prince mientras descendía hacia el Titanic. A los 2 274 metros de profundidad, llegó el mensaje “Todo bien por aquí”, seguido de la última orden: “arrojar el peso”. Poco después, a los 3 346 metros, las comunicaciones se interrumpieron, y el sumergible implosionó. Los restos fueron hallados cuatro días después.

En la audiencia, Tony Nissen, exdirector de ingeniería de OceanGate, testificó que había sido presionado por Rush para acelerar los cronogramas del Titán, y que se había negado a pilotar el sumergible por falta de confianza en el personal operativo.