Cuatro funcionarios del sistema penitenciario ecuatoriano han sido asesinados en un período de menos de un mes, subrayando la alarmante crisis de seguridad que enfrentan.

El más reciente ataque ocurrió el 12 de septiembre, cuando María Daniela Icaza, directora de la Penitenciaría del Litoral, fue víctima de un violento ataque mientras viajaba en el asiento del copiloto de un vehículo.

A pesar de los esfuerzos por salvarla, Icaza falleció debido a las graves heridas. La Fiscalía y la Policía confirmaron que en el momento del ataque, Icaza no contaba con protección, a pesar de la peligrosidad de su cargo.

Falta de protección a funcionarios penitenciarios refleja crisis de seguridad en Ecuador

Este trágico incidente sigue a otros dos ataques en los que también se vio involucrado el personal de cárceles. El 31 de agosto, dos guías penitenciarias fueron atacadas por sicarios en la vía a Daule, quienes dispararon a las funcionarias cerca de la cárcel Regional.

Luego, el 3 de septiembre, Álex Guevara, director del Centro de Rehabilitación Social de Lago Agrio, fue asesinado en un ataque con fusil 5.56 que dejó su vehículo lleno de impactos de bala.

En junio de este año, la Asociación de Agentes Penitenciarios del Ecuador había advertido sobre la falta de seguridad y equipo adecuado, denunciando la ausencia de armas y chalecos de protección caducados. Esta situación se volvió aún más evidente cuando una ambulancia con guías penitenciarios fue atacada mientras trasladaba presos, resultando en heridas para dos funcionarias.

El hermano de María Icaza señaló que, a pesar de las solicitudes de protección, la funcionaria no recibió la custodia necesaria para enfrentar el riesgo asociado a su trabajo. La Policía, por su parte, indicó que Icaza nunca había solicitado protección adicional.