Diego Torres Hadathy/Corresponsal en Estados Unidos.-  Loca, delincuente, estafador, depredador, chiflada, mestiza son los calificativos que utilizan los equipos de campaña de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, que parecen no tener límite para atacar a su competidor, incluso con temas sexuales explícitos. 

Se acerca el día de las elecciones y la pelea por los votos es cada vez más violenta. Las encuestas aseguran que la flamante candidata demócrata ha recuperado el espacio perdido por el presidente Biden y los republicanos multiplican sus ataques porque sus posibilidades se complican. 

“Kamala encubrió el deterioro mental de Biden cuando dijo que el presidente estaba en muy buenas condiciones de salud; es la culpable de la muerte de soldados norteamericanos en Afganistán; de la crisis migratoria en la frontera sur; del deterioro de la economía y de los asesinatos de rehenes en Gaza” decía un anuncio publicado por los republicanos, días después de la proclamación como candidata. 

Pero Harris no retrocede y responde de forma contundente: “Cuando fui fiscal traté con perpetradores de todo tipo. Depredadores que abusaron de mujeres, estafadores que burlaron a consumidores, tramposos que rompieron las reglas para su propio beneficio, así que conozco a los tipos como Donald Trump. Esta es una contienda entre la libertad y el caos”. 

A esto se suma que los estados del sur y suroeste -antes republicanos- ahora miran a Kamala. En Georgia, Arizona y Nevada, tres de las siete regiones que aún están en disputa y que seguramente decidirán el resultado electoral, la intención de voto ha cambiado y ha puesto en apuros a la campaña de Trump. 

Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin completan la lista de esos siete estados, en los que se disputarán 93 votos de los colegios electorales. Al momento los demócratas tendrían 225 votos y los republicanos 219. El sistema de elección norteamericano dice que llegará a la Casa Blanca el candidato que sume 270 votos.  

Todo este escenario permite presagiar que los últimos días de la campaña serán inmisericordes. La ventaja de Trump ya no existe y cada voto se disputará con fiereza.  

El ex presidente Barack Obama decía en la reciente convención Demócrata, que la democracia es el reflejo de la forma en que cada persona mira y respeta la ideología, la raza, la religión y la forma de vida del otro, aunque no esté de acuerdo. Al parecer están todavía lejos de llegar a eso. Muy lejos. (DTH)