Un tribunal en Colombia ha ordenado la implementación de medidas para erradicar a más de 150 hipopótamos descendientes de una pareja que fue introducida en el país por el narcotraficante Pablo Escobar en los años 80.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca emitió su fallo el 6 de septiembre de 2024, otorgando al Ministerio de Ambiente un plazo de tres meses para desarrollar una regulación que contemple la “caza controlada y la esterilización” de estos animales.

Los hipopótamos, que inicialmente formaban parte del zoológico personal de Escobar en la Hacienda Nápoles, se han reproducido sin control y amenazan el equilibrio ecológico de la región del Magdalena Medio. Aunque en 2023 había 166 hipopótamos, el Ministerio de Ambiente advirtió que, de no intervenir, la población podría aumentar a 1.000 para el año 2035.

A pesar de los intentos previos de esterilización y eutanasia, los resultados han sido lentos. Un plan para trasladar a algunos hipopótamos a México, India y Filipinas tampoco prosperó. Mientras expertos señalan que la expansión descontrolada pone en peligro a especies locales como el manatí, grupos animalistas y trabajadores del turismo se oponen a la caza de los animales.

El fallo judicial marca un nuevo esfuerzo en la lucha por controlar la población de esta especie invasora en Colombia.