La precandidatura presidencial de Carlos Rabascall ha logrado superar, hasta ahora, los desafíos legales planteados por algunos miembros de la Izquierda Democrática (ID) que se oponen a su nominación. Las seis impugnaciones presentadas tras el proceso de democracia interna realizado en Portoviejo el 16 de agosto de 2024 han sido archivadas o rechazadas por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
El 5 de septiembre, el TCE inadmitió la impugnación de Rodrigo Molina Quinteros, presidente provincial de la ID en Cotopaxi y miembro del consejo directivo del partido, al considerar que no agotó todas las instancias internas de reclamo dentro del partido, como exige la ley electoral. Un día antes, el 4 de septiembre, se archivó un caso similar presentado por Holver Giler Macías, dirigente en Sucumbíos, debido a que no cumplió los plazos establecidos para completar su denuncia.
Otros militantes que intentaron impugnar la designación de Rabascall como precandidato, como Carolina Loza Torres, Gabriel Rolando Bohórquez, Jane Lemarie Caicedo y Carlos Ayora, también vieron sus casos archivados por no presentar la documentación requerida dentro del tiempo estipulado.
El descontento entre ciertos sectores de la ID surge por la elección de Rabascall, a quien consideran cercano a la Revolución Ciudadana, en lugar de un candidato surgido directamente de las filas del partido.
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