Billy Navarrete, director ejecutivo del Comité Permanente de Derechos Humanos, reveló detalles sobre la crisis en las cárceles de Ecuador. El deplorable estado de salud de Javier Gracia, preso en la cárcel de Esmeraldas, ha expuesto la grave situación que enfrentan los privados de libertad en el país.
Navarrete explicó que el deterioro físico de Gracia, quien fue trasladado de emergencia a un hospital con cuadros severos de desnutrición y anemia, no es un caso aislado. Según el activista, esto responde a una deficiencia en el suministro de alimentos y la restricción de atención médica impuesta bajo un régimen militar extremadamente riguroso.
“El conflicto armado ha permitido la ocupación militar de las cárceles, y bajo ese régimen, la población carcelaria está sufriendo restricciones de alimentos y atención médica como castigo, lo que equivale a una tortura no justificada”, señaló Navarrete.
El director del Comité de Derechos Humanos también indicó que este régimen disciplinario se está aplicando en múltiples cárceles del país, y que las Fuerzas Armadas, encargadas del control, estarían utilizando la alimentación como una herramienta de control disciplinario. De hecho, han recibido más de 120 denuncias de privados de libertad y sus familias sobre la restricción de alimentos, malos tratos físicos, y abuso sexual.
Navarrete advirtió que la militarización de las cárceles no puede ser una solución permanente. Además, criticó la falta de respuestas del gobierno y de las autoridades competentes frente a estas violaciones de derechos humanos.
“Lo que estamos viendo es un estado atrincherado, con médicos atendiendo casi a la intemperie y una población carcelaria viviendo en condiciones de hacinamiento extremo”, concluyó.
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