En la mañana fría de 1991, el aroma del café recién hecho se mezclaba con el aire helado en el pequeño pueblo de Bacău, Rumania. Vasile Gorgos, un ganadero de 63 años, se preparaba para otro día de trabajo, con su rutina tan fija como las estaciones. Su chaqueta verde de lana y sus pantalones oscuros colgaban en el perchero, listos para su día habitual.

Aquel día, Vasile recibió una llamada para cerrar un negocio en un pueblo cercano, y, como era costumbre, abordó el tren hacia Ploiești–Bacău. Sin embargo, esta vez, Vasile nunca regresó. La familia, alarmada por su ausencia, esperó en vano durante semanas, meses y años. La casa, antes llena de vida, quedó en silencio, con solo familiares y amigos acudiendo de vez en cuando para ofrecer apoyo.

El caso de su desaparición se volvió un misterio sin resolver, hasta que, en una tranquila tarde de agosto de 2021, el silencio fue interrumpido. Un coche se detuvo frente a la casa de los Gorgos, y de él descendió un anciano con una chaqueta verde y un boleto de tren viejo en el bolsillo. Era Vasile, regresando después de 30 años, con la misma ropa y sin memoria de lo ocurrido durante su ausencia.

La familia, desconcertada, lo llevó al hospital. Aunque su salud era sorprendentemente buena, su memoria estaba intacta solo hasta el momento de su partida. Los días pasaron con teorías sobre su desaparición, desde una vida nueva en otro lugar hasta especulaciones sobre secuestros o fenómenos paranormales, como el misterioso Bosque Hoia Baciu.

A medida que Vasile envejecía, su salud comenzó a deteriorarse, con problemas neurológicos y frecuentes olvidos. Su regreso trajo más preguntas que respuestas, y el pueblo, que una vez se llenó de especulaciones, comenzó a aceptar el misterio como parte de su historia. Un año después de su reaparición, Vasile falleció en su cama, llevándose consigo las respuestas que todos habían buscado.

El funeral reunió a toda la comunidad, y aunque el enigma de su desaparición y regreso quedó sin resolver, la familia encontró algo de paz en su partida. La historia de Vasile Gorgos, ahora un relato de leyenda local, continúa siendo contada con asombro y un toque de misterio, recordando que algunos enigmas están destinados a permanecer sin respuesta.